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¿Son todas las opiniones igualmente respetables?

sábado, 22 de agosto de 2009

Curso Filosofía del Lenguaje II
Prof. Jaime Nubiola
Universidad de Navarra
¿Son todas las opiniones igualmente respetables?
Paula Cantero
pcmoran@alumni.unav.es




Hablando de la manera que ahora está de moda en política y sociedad parece que la respuesta ha de ser que sí, que todas las opiniones merecen el mismo respeto. Bastaría con apelar a la libertad de cada uno o, concretando un poco más, a la libertad de expresión. Todo el mundo tiene el derecho a decir lo que piensa y lo que diga es digno de respeto. Esta es la sociedad actual; nos movemos en un mundo en el que la crítica se convierte en algo negativo en la mayoría de los casos, en la que parece que lo único que se puede hacer es escuchar lo que cada uno quiera decir y dar uno su opinión, pero sin el ánimo de influir en el otro, pues, al fin y al cabo, su parecer es igualmente válido; se puede discutir, pero sabiendo que ambos criterios están en la misma línea en cuanto mejor y peor, ya que realmente no hay un "mejor" ni un "peor" si todo es del mismo modo respetable. Quien no acepte estos principios, quien no respete todas las opiniones es tachado de intolerante, de dogmático y, en resumidas cuentas, se convierte en una persona con la que no merece la pena hablar ni discutir.
Me parece que en este planteamiento hay un error, y es que se parte de que si no se respeta la opinión de alguien no se le está respetando como persona. Yo, primeramente lo que haría es distinguir dos tipos de respeto: el primero, el que se debe a todo el mundo por el hecho de ser persona, que se lo confiere su dignidad; el segundo, aquel que viene por lo que cada uno haga en la vida. Bajo el segundo planteamiento es bajo el que sí que cabe que una persona merezca más respeto que otra: una persona que no vive coherentemente con lo que piensa creo que no merece el mismo respeto que otra que sí que lo haga. Y con esto, también considero implícito que se ha de preocupar realmente por cuál es el bien, qué es lo que debe seguir. No creo que sea digna de respeto en este sentido una persona que no respeta a los demás: una persona que mata, que hace daño a otra gente, que va en contra de los derechos humanos… Partiendo de esto, creo que, en todo caso (que no lo sé) se podría decir que cuando no se respeta la opinión de una persona, no se le está respetando a ella, pero en el segundo sentido y, por tanto, no creo que esté mal. Esto, con respecto a una posible objeción de que son todas respetables.
Ahora, ¿son todas las opiniones igualmente respetables? Me parece que no. Respetar una opinión supone algo más que dejar que el individuo la exponga. Supone dejar que se ponga en práctica. Hay ocasiones en las que las opiniones ajenas no tienen ninguna repercusión en nuestra vida. Pero hay ocasiones en las que no es así, por ejemplo en los avances científicos. Que una persona influyente piense que lo mejor para acabar con las desgracias de los países menos ricos es poner una bomba atómica para acabar con su sufrimiento es una opinión. Si respetamos esa opinión estamos diciendo que no nos parece ni bien ni mal, que es una opción como otra cualquiera y que merece la pena tenerla en consideración. Y creo que claramente se ve que es una opinión criticable en todos los aspectos (a quien no le convenza este ejemplo puede poner otro que le convenza más). Entonces, si decimos que es respetable, ¿por qué vamos a impedir que la lleve a cabo? Haciéndolo, dejamos de respetarla. Pero eso es lo que hacemos normalmente, aunque no nos demos cuenta. Se puede tratar de decir, de forma un poco eufemística, que todo merece el mismo respeto, pero en la práctica no es así. Y no creo que eso sea malo, no me parece que sea algo que haya que esconder. Me parece que es la manera más clara de darnos cuenta de que hay opiniones mejores y peores, que se ajustan más o menos a la verdad, y que ello no sólo implica un criterio de validez, sino también de respetabilidad. Un criterio de validez señala qué criterios son más verdaderos, pero no dice nada acerca de la dignidad que debamos darles, ni de lo que debemos permitir o no, y creo que éste es un punto importante en toda discusión.
Por eso, me reafirmo en mi juicio de que no todas las opiniones merecen el mismo respeto. Y, si se dice que todas son respetables porque todas son pensadas por alguien y nadie puede decir que piensa mejor que otro porque entonces es un prepotente, creo que se está cayendo en un absurdo y entrando en la "tolerancia" y el "talante" actual, lo cual no considero precisamente un piropo. Claro que hay gente que piensa mejor que otra y opiniones más respetables que otras y admitirlo no indica pedantería ni prepotencia, sino realismo, dejando de caer en tabús y eufemismos absurdos.



Diseño de la página: Izaskun Martínez
Última actualización: 10 de abril 2006


UNIVERSIDAD DE NAVARRA

Nota

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Medellín, Antioquia, Colombia
Magister en Filosofía y Politóloga de la Universidad Pontificia Bolivariana. Diplomada en Seguridad y Defensa Nacional convenio entre la Universidad Pontificia Bolivariana y la Escuela Superior de Guerra. Docente Investigadora del Instituto de Humanismo Cristiano de la Universidad Pontificia Bolivariana. Directora del Grupo de Investigación Diké (Doctrina Social de la Iglesia). Miembro del Grupo de Investigación en Ética y Bioética (GIEB). Miembro del Observatorio de Ética, Política y Sociedad de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del Centro colombiano de Bioética (CECOLBE). Miembro de Redintercol. Ha sido asesora de campañas políticas, realizadora de programas radiales, así como autora de diversos artículos académicos y de opinión en las áreas de las Ciencias Políticas, la Bioética y el Bioderecho.

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