Decodifican investigadores alemanes base molecular del aprendizaje
El condicionamiento o aprendizaje operante es el aprendizaje que utilizan los conductistas, en la que el individuo debe operar sobre algún aspecto de su ambiente el cual le devuelve una respuesta, ya sea negativa o positiva.
Lun, 04/08/2008 - 08:47
Berlín.- Investigadores de la Universidad Libre de Berlín identificaron un nuevo proceso en la decodifiación de la base molecular del aprendizaje, al descubrir el primer gen de la conducta operativa en la mosca de la fruta Dosophila.
La investigación, realizada por el neorobiólogo Bj÷rn Brembs y publicada en la revista especializada 'Current Biology', busca ayudar a entender mejor el proceso molecular del aprendizaje, del cual la ciencia distingue dos formas: la clásica y la condicionada.
El condicionamiento o aprendizaje operante es el aprendizaje que utilizan los conductistas, en la que el individuo debe operar sobre algún aspecto de su ambiente el cual le devuelve una respuesta, ya sea negativa o positiva.
De esta manera, la asociación que ese sujeto realiza entre la conducta operativa que realiza y la respuesta que el medio le devuelve es lo que se conoce como condicionamiento o aprendizaje operante, según el departamento de psicología evolutiva y educación. El condicionamiento operante fue descrito por primera vez por Edward Lee Thorndike, psicólogo conductista estadunidense, quien realizó estudios de aprendizaje con gatos.
En uno de sus experimentos encerró a un gato en una jaula en la que no había ni comida ni agua. Sin embargo, en esta jaula había una palanca pequeña, si el gato tocaba esta palanca recibía alimento y agua a través de un dispositivo especial.
En las primeras ocasiones el gato pisaba la palanca sin querer, pero con el tiempo asociaba la presión de la palanca con la aparición de la comida.
A partir de ese instante cada vez que tenía hambre o sed apretaba la palanca intencionalmente. Se había producido un aprendizaje operante.
Por su parte, el condicionamiento clásico, cuyo máximo exponente fue el científico ruso Ivan Petrovitsch Pavlov, con su ley del reflejo condicionado, consiste en una asociación entre estímulos y conductas reflejas existentes.
Las observaciones de Pawlow apuntan que si se ponen alimentos o ciertos ácidos diluidos en la boca de un perro hambriento, éste empieza a segregar un flujo de saliva procedente de determinadas glándulas.
Este es el reflejo de salivación, pero Pawlow observó que el animal también salivaba cuando la comida todavía no había llegado a la boca, la comida simplemente vista u olida provocaba la misma respuesta.
Hasta ahora se podía decir que un conocido grupo de genes de aprendizaje jugaban un papel importante en ambas formas de aprendizaje, la clásica y la condicionada.
La tesis de los científicos berlineses refuta esta teoría. Brembs y su equipo del Instituto Biológico de la Universidad Libre de Berlín reconocieron cambios genéticos en la mosca de la fruta, con la que realizaron experimentos de aprendizaje en un simulador de vuelo.
En el primer intento efectuado por el grupo de científicos berlineses, la caja, en la que se encontraba la mosca de la fruta, se iluminaba con luz azul o luz verde.
Con la luz azul se sometía a la mosca a una desagradable sensación de calor, de manera que con la luz azul, la mosca intentaba huir.
En los siguientes intentos, la luz azul desencadenaba siempre el calor si la mosca se movía hacia la derecha, de esta manera la mosca aprendía de manera activa que no tenía que girarse hacia la derecha.
En el tercer intento los científicos demostraron finalmente el mero aprendizaje operante. Para la que se abstuvieron de los colores. La mosca recibía calor sólo si se giraba hacia la derecha.
Durante el vuelo el grupo del conocido gen del comportamiento cambió en los dos primeros intentos fracasados, esto demostró algo obvio en el tercer intento y es que aprendieron incluso mejor que sus congéneres normales.
Brembs explicó que sus investigaciones 'demuestran que todos los prominentes genes del comportamiento en meros aprendizajes de conducta no juegan ningún papel.
Los resultados dejan suponer que el aprendizaje reflejo de Pavlov reprimió el mero aprendizaje de comportamiento'.
No obstante, los fracasos que modificaron el vuelo fueron frenados por la 'proteína quinasa C' en el tercer intento.
Este tipo de proteína es una enzima que modifica otras proteínas y ocupa un lugar central en la respuesta ante una señal química que llegue a la célula.
El genoma humano contiene cerca de 500 genes que codifican proteínas quinasa, constituyendo cerca del 2.0 por ciento de todos los genes.
Brembs supuso que el operante, dependiente de la proteína quinasa C motivó el denominado aprendizaje rutinario que juega un papel importante en la manía del comportamiento.
Esto debería hacer que la genética desistiera de esa manía probablemente a través de su detención. Esto significa que a producción de la Encima 'proteína quinasa C' podría con su consiguiente medicación inhibirse en los hombres.
Si la molécula del mecanismo de aprendizaje que encontró Brembs en las moscas, también es transferible a los mamíferos y posiblemente incluso a los hombres, se dirá con el tiempo.
'Para ello son necesarios los consiguientes test en ratones o ratas', dijo Brembs.
Notimex
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