Mercado de óvulos ha llegado al punto que en Estados Unidos pagan hasta 37 millones de pesos
Junio 24 de 2006
Mujeres colombianas ponen avisos en sitios de Internet, junto con los de centenares de mujeres del mundo que buscan una compensación económica.
Esos anuncios, aparecidos en sitios como Vorras, dicen, por ejemplo: ‘Soy estudiante de medicina y deseo continuar con mi estudio, por eso vendo mis óvulos. Precio: 5.500 dólares’. ‘Vendo mis óvulos, 26 años, tipo de sangre A+. Precio: 6.000 dólares’. ‘Tengo un niño bastante sano, de 8 años, y gozo también de muy buena salud’.
Aunque el primer bebé que nació en el mundo con un óvulo donado fue en 1984 y la donación de óvulos siempre ha existido de forma silenciosa, con Internet esta práctica ha salido a flote.
A esto se suma el aumento de la demanda de gametos, pues han crecido las parejas (sobre todo en países desarrollados) que retrasan la decisión de tener hijos y cuando la toman tienen que recurrir a técnicas de reproducción asistida, entre las que se encuentra la reproducción con óvulo de donante.
El fenómeno se presenta con los óvulos y no con los espermatozoides, pues es más difícil conseguirlos ya que una mujer solo los puede donar una vez al mes y necesita un tratamiento especial.
En este auge se encuentran países como Estados Unidos y varios de Europa, como Inglaterra, en donde las leyes permiten la comercialización de óvulos directamente, entre donantes y pacientes, y a través de empresas que sirven de intermediarias.
La situación ha generado, según un informe del diario USA Today, que existan en Estados Unidos ‘reclutadores’ de donantes en universidades, pues el negocio puede mover en un año 3 billones de dólares.
En España los centros de fertilidad realizan exhaustivas campañas para atraer donantes y cubrir la creciente demanda de pacientes.
"En Estados Unidos y en Europa a las personas no les preocupa cuánto vale algo y ahí están incluidos los hijos. La cultura de pagar por todo incluye el tema de fertilidad. Yo no estoy de acuerdo con la comercialización de la vida de un ser humano, pero hay una demanda increíble y los costos son exagerados", explica el ginecólogo Jorge A. Ramírez García, especialista en medicina reproductiva e infertilidad y presidente de la Fundación Colombiana de Pacientes Infértiles.
"Cuando una donante lo hace por altruismo es chévere, pero cuando le dicen que además están pagando bien, se le cambia la mentalidad y lo empieza a ver como un comercio", asegura Ramírez, que además atribuye el auge a que en países, como Israel, el Estado financia los programas de reproducción asistida.
En busca de inteligencia
Pero no solo ha cambiado el número de pacientes sin su mentalidad. Antes las parejas buscaban obtener óvulos libres de enfermedades infecciosas, como el VIH, y que la donante se parecieran a la mujer que los iba a recibir, pero la tendencia ha cambiado.
Actualmente, existe mujeres que están buscando características muy específicas, como óvulos de donantes con inteligencia superior, con características físicas, como el color de los ojos, y habilidades especiales en las artes.
La empresa estadounidense Fertility Alternatives Inc en su página de Internet ofrece el servicio de óvulos de ‘donantes excepcionales’, que son mujeres que han estudiado en las diez mejores universidades del país, que tiene exámenes de poseer un coeficiente intelectual alto y certificados altos de las pruebas SAT (un examen que presentan los alumnos de las escuelas de todos los estados de este país).
La misma compañía anuncia que a las mujeres que tengan estas características les pueden pagar unos 15 mil dólares (cerca de 37 millones de pesos), mientras que allí mismo a una donante normal le pueden pagar 3.000 dólares (7’500.000 pesos).
"Ya ofrecen características específicas como óvulos de donantes con talentos musicales. A medida que el mundo va ‘avanzando’ se va volviendo más extravagante el pedido", cuenta Ramírez
Historia de una donante anónima
Luisa, con apenas 28 años, puede ser la madre biológica de cincuenta niños.
La joven, una colombiana que emigró a Madrid (España) y que trabaja en un bar, es una donante anónima de óvulos. "Una amiga me contó que pagaban bien. Teníamos 25 años y pues hacer una buena obra y ser recompensado no tiene nada de malo".
Fue a un centro de reproducción a averiguar y de inmediato le tomaron pruebas de sangre para hacerle exámenes de enfermedades infecciosas.
"La donación es anónima. Ellos lo llamarían a uno en el caso de que el hijo tuviera un problema importante y esto ayudara a solucionarlo".
Aceptó y firmó un papel donde también se decía que podrían ser para investigación. "Como me encontraba en el momento perfecto del ciclo menstrual, decidieron comenzar inmediatamente con la aplicación de las inyecciones. La primera semana era una al día y la segunda, tocaba oler un producto en un frasquito. Al final le sale a uno más cola, más pechos, la piel se pone muy bien y uno siente los ovarios muy cargados".
Tras el tratamiento, a Luisa la llevaron a un quirófano, la sedaron y le extrajeron 20 óvulos. "Me dieron 900 euros (3 millones de pesos aproximadamente), que usé para alquilar un apartamento".
Para ella esto es como donar sangre. "Algunas chicas dicen que se volverían locas pensando que sus hijos están por ahí, que mirarían a los bebés pensando que tal vez ese niño puede ser su hijo, pero no lo veo así. Se me hace bien esta forma de dejar tu información genética en el mundo".
Este año volvió a donar, pero no le fue bien. Le extrajeron 30 óvulos, pero tuvo una doble hemorragia. "Sentí que me moría".
Luisa, que se gastó los 900 euros en libros, dice que no lo volverá a hacer y que ahora piensa en tener sus propios hijos.
- 37 millones de pesos pueden llegar a pagar en Estados Unidos empresas por una donación de óvulos considerados como ‘especiales’, cuyas donantes tienen, entre otras características, el coeficiente intelectual alto. El pago se realiza si se logra la fecundación.
- 3 millones de pesos aproximadamente se ofrecen por una donación de óvulos en un centro de fertilidad en España.
- 500 mil pesos pueden llegar a recibir, como compensación, los donantes en los centros de fertilización de Colombia.
LUIS ALBERTO MIÑO RUEDA
SUBEDITOR DE REPORTAJES
Eltiempo.com
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