Cuento - Maternidad y lenguaje políticamente correcto
Un día fui a sacar un certificado al Registro y el señor que tomaba los datos, me preguntó cual era mi ocupación. No supe cómo etiquetar mi trabajo de "madre" y qué responder. Al percatarse de esto, el señor que tomaba los datos me dijo:"A lo que me refiero es a ¿si trabaja usted o no hace nada...?" "Claro que tengo un trabajo, le contesté, soy madre". A lo que el señor respondió, "No ponemos madre como opción, vamos a ponerle ama de casa". Esa fue la respuesta enfática de este señor. Olvidé por completo esta historia hasta que un día me pasó exactamente lo mismo, sólo que ésta vez, en la oficina de una Notaria Publica. La funcionaria era obviamente una mujer de carrera y muy eficiente."¿Cuál es su ocupación?", me preguntó ella. No sé bien por qué... pero las palabras simplemente salieron de mi boca.... "Soy una Investigadora Asociada en el campo del Desarrollo Infantil y las Relaciones Humanas". La funcionaria se detuvo... el bolígrafo quedó congelado en el aire y me miró como si no hubiese escuchado bien. Repetí el título lentamente... poniendo énfasis en las palabras más importantes... Luego, observé asombrada cómo mi pomposo anuncio era escrito en tinta negra en el cuestionario oficial. "Me permite preguntarle", dijo la funcionaria, con un aire de interés..."¿Qué es exactamente lo que hace usted en este campo de investigación?". Con una voz muy calmada y pausada le contesté: "Tengo un programa continuo de investigación (¿qué madre no lo tiene?) en el laboratorio y en el campo estoy trabajando para mi maestría (la familia completa) y ya tengo dos créditos (mis hijos). Por supuesto que el trabajo es uno de los que mayor demanda tiene en el campo de humanidades (¿alguna madre está en desacuerdo?) y usualmente trabajo 14 horas diarias (en realidad son más, como 24). Pero el trabajo tiene muchos más retos que cualquier trabajo sencillo y las remuneraciones más que económicas, están ligadas al área de la satisfacción personal." Se podía sentir una creciente nota de respeto en la voz de la funcionaria mientras completaba el formulario. Una vez terminado el proceso, se levantó de la silla y personalmente me acompañó a la puerta. Al llegar a mi casa, emocionada por mi nueva carrera profesional, salió a recibirme uno de mis socios del laboratorio, el de 8 años de edad. También podía escuchar a nuestro nuevo modelo experimental, en el programa de desarrollo infantil (de 2 años y 6 meses de edad), probando un nuevo programa de patrón en localización. ¡Me sentí triunfante! ¡Le había ganado a la burocracia! Había entrado en los registros oficiales como una persona más distinguida e indispensable para la humanidad que sólo como "una madre más". La maternidad... que carrera más gloriosa...
Fuente: http://kevinvazquez.blogspot.com/ Visto en: www.loquesomos.org
Publicado en: Educarueca | Artículo Original
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Cuento - Maternidad y lenguaje políticamente correcto
sábado, 11 de julio de 2009
Etiquetas:
LENGUAJE POLÍTICAMENTE CORRECTO
Publicado por
Beatriz Campillo
en
19:19