BIOÉTICA DE LA MANIPULACIÓN DEL HOMBRE
PUBLICADO EN: Persona y Bioética, Vol 5, No 11 (2001)
P. Guillermo León Zuleta S.*
RESUMEN
Analizando los diferentes empleos que se hacen del termino manipulación, y la descripción y calificación que del mismo hace la literatura científica, se entra a considerar la manipulacion personal como manipulación biológica en el campo específico de la ingenieria genética (diferencia entre manipulación e ingeniería genética, objeto de esta manipulación, finalidades) y las diferentes manipulaciones a las que está sometido el ser humano: en el nivel biológico (manipulación del cerebro, trasplante de órganos), nivel quirúrgico (trasplante de ovarios, fecundación in vitro) y en el nivel de los genes (elección del sexo de los hijos, terapia de los genes, reproduccion asexual y eufenética)
Se finaliza con algunas pautas bioéticas para abordar el problema de la manipulación (manipulaci6n y ciencia, manipulación y Bioética, el valor ético de la persona como dimensión crítica de toda manipulación y el papel del bioeticista y el futuro del hombre).
PALABRAS CLAVE: Bioética, ingeniería gen ética, persona, manipulación, manipulación biológica, manipulaci6n personal.
ABSTRACT
Considering different uses applied to the tern manipulation, and according to definition and classification by scientific literature, personal manipulation is regarded as biological manipulation on the specific field of Genetic Engineering (differences between manipulation and Genetic Engineering, object of such manipulation, aims), and the carious manipulations suffered by humans.
At biological level (brain manipulation, organs transplant at surgical level (ovary transplant, in vitro fertilization), and at the gene level (chosen sex of kids, gene therapy, asexual and euphenetic reproduction). Author wraps-up with several bioethics guidelines to address the manipulation issue (science and manipulation, manipulation and bioethics, the ethic values of individual as the core dimension of every manipulation, and finally the role of the bioethics scientific and the future of mankind).
KEY WORDS: Bioethics, Genetic Engineering, individual, manipulation, biological manipulation, personal manipulation.
1. USO DEL TÉRMINO
L
os diversos empleos que suelen hacerse en términos “manipulación” dependen de los siguientes factores e intereses:
a) La variedad de campos en que ha sido y es empleado: en la praxis médico-quirúrgica, en la experimentación física y química, en el influjo bioquímico sobre los genes, en la experimentación sociológica, científica, en la crítica social, etc.
b) En el plano descriptivo se sitúa frecuentemente en equivalencia a retórica, arte de persuadir o de adoctrinar, inhabilitación, represión, desublimación, todo ello para el ámbito de consecuencias referidas a las personas; a la publicidad, la propaganda, la ingeniería social, la unificación, la explotación o la demagogia, para el ámbito de las consecuencias preferentemente referidas a la sociedad" (1).
c) El concepto de "manipulación" suele utilizarse con una cualificación expresamente negativa; sin embargo, no siempre tiene esa connotación peyorativa. Las ciencias experimentales la valoran de una forma prevalentemente positiva; por el contrario, las ciencias morales hacen de ella una valoración fundamentalmente negativa.
2. DESCRIPCIÓN DEL TÉRMINO
La literatura científica habla de manipulación sobre todo en relación con el posible influjo bioquímico sobre los genes, con el control médico en todos los estadios de la vida humana, con el dominio sicológico de la personalidad individual y con todas las formas condidonantes de la libertad en el campo social.
El uso y el significado de la palabra manipulación dependen también, en gran manera, de la concepción del mundo de quien la usa. Para el marxista clásico como para los partidarios de Skinner, todo es en último análisis una "tecnología del comportamiento" (2). El manipulador, manipulado por su ideología, tiene su propio vocabulario no solo para el mundo técnico, sino también para las más íntimas relaciones humanas.
3. CLASIFICACIÓN
-Por razón del sujeto manipulador: individual o institucionalizada.
-Por razón del sujeto manipulado: personal o social, y ambiental. La personal puede ser somática y sicológica.
-Por razón del modo como se realiza: mediata o inmediata, consciente o inconsciente, vulgar o científica.
-Por razón de los efectos que va a producir en la persona o en el grupo manipulado: inocua, perfectiva o perjudicial.
-Por razón del fin que se propone el manipulador: necesaria, útil, terapéutica, experimental, egoísta.
-Por razón de los medios que se emplean para manipular: somática, sicológica, social, cultural.
-Por razón de la moralidad: lícita o legítima, justificada, y pecaminosa inmoral(3)
MANIPULACIÓN PERSONAL COMO MANIPULACIÓN BIOLÓGICA:
INGENIERÍA GENÉTICA
A) Diferencia entre manipulación e ingeniería genética
Con el término “manipulación genética” comprendemos todo el conjunto de intervenciones especiales del hombre en relación con los fenómenos de la reproducción y de la herencia (4). La adjetivación de "genética" delimita el campo de la intervención: se refiere a la aplicación, en el hombre, de los conocimientos genéticos. En este sentido preciso no entran las "tecnologías" o intervenciones especiales del hombre en los mecanismos de reproducción humana, tales como la inseminación artificial o la fecundación in vítro.
Delimitado así el campo de las "intervenciones genéticas", se puede hablar de manipulación genética en clave de terapia y, entonces, esta recibe el nombre de "terapia genética" (o "cirugía genética"), o en clave de transformación y, entonces, recibe el nombre de "ingeniería genética".
B) Objeto de esta manipulación
Estas formas científicas de manipulación pueden tener por objeto un deseo de corregir enfermedades o deficiencias del individuo, la ilusión de mejorar sus condiciones y posibilidades, la intención de experimentar, en provecho de la ciencia y de los demás, o, más vulgarmente, el interés egoísta del manipulador.
Así, tenemos:
-La manipulación genética, con unas repercusiones que pueden afectar a la misma especia humana.
-La manipulación de la generación y de la fecundación humana, con posibilidades siempre crecientes: castración. Esterilización, fecundación artificial. Control de nacimientos, etc.
C) Finalidad
Hablamos también de manipulación del embrión humano, manipulaciones quirúrgicas (operaciones, trasplantes de órganos), manipulación del cerebro como centro somático de las actividades síquicas, manipulación de la resistencia humana (deportes, doping, etc.), manipulación de la muerte, manipulación del cadáver, manipulación síquica o siquiátrica, de drogas y estupefacientes, etc.
En cuanto a la finalidad perseguida, podemos decir:
1. En primer lugar, es obvio que la manipulación genética es utilizada como instrumento eficaz en orden a la investigación.
2. Con mucha fuerza y entusiasmo es proclamado el interés terapéutico de las manipulaciones genéticaso Con ellas se pretende corregir enfermedades hereditarias.
3. En los programas de manipulación genética no falta el interés transformador de la misma naturaleza humana.
Esta última constituye el campo de la ingeniería genética que pretende una transformación del patrimonio genético. Para ello se precisan dos cosas fundamentales: en primer lugar, obtener el gen que se desea manipular; en segundo lugar, hacerlo llegar a la célula en cuestión.
I) NIVEL BIOLÓGICO
a) Manipulación del cerebro
Se ha conseguido localizar una serie de áreas cerebrales especializadas en determinadas funciones intelectuales, afectivas o instintivas. Ello ha llevado al desarrollo de terapias consistentes en diversas formas de manipulación del cerebro, con miras a lograr la superación de determinados traumas sicológicos y sexuales. Las experiencias en este campo son muy amplias: administración de anfetaminas para regular el comportamiento de niños hiperactivos; implantación de electrodos a epilépticos agresivos para regular a voluntad su comportamiento; difusión de las llamadas terapias de comportamiento, que se basan, tanto en el caso de los niños como en el de los enfermos mentales, en la utilización de los reflejos condicionados; medicamentos sicoactivos, pertenecientes al campo de la neuroquímica como parte importante de la neurobiología, que se basan en el hecho de que toda actividad cerebral tiene un componente químico, lo que hace que sea posible cambiar el humor o la situación anímica de una persona por medio de inyecciones químicas; sicocirugía, que se adopta cuando el comportamiento de una persona se desvía de las normas aceptables en la sociedad, pero los resultados imprevistos son formidables, pues cambian el temperamento y el carácter de la persona; manejo del cerebro con electrodos, una de las formas más osadas de investigación del cerebro mediante la electricidad: se introducen electrodos en las partes más sensibles del cerebro y se observan las reacciones del comportamiento emocional; lavado del cerebro con métodos combinados, etc.
b) Injerto de tejidos o transplante de órganos
"Se llama trasplante o injerto la operación quirúrgica por la que se inserta en el organismo receptor un tejido obtenido del donante" (5). Se trata del paso (quirúrgico) de un órgano (o parte del cuerpo) de un organismo a otro con el fin de que cumpla las funciones que poseía. En general, no presenta problemas bioéticos de fondo, a excepción de los que a continuación veremos.
II) NIVEL QUIRÚRGICO
a) Trasplante de ovarios
Se plantea el problema de que el hijo así concebido será "hijo corporal" de la madre receptora del trasplante, pero "hijo genético" de la donante. En sus rasgos físicos y sicológicos se asemejará no a la mujer que lo dé a luz, sino a la que donó los ovarios.
b) Fecundación in vitro
Como lo dijimos anteriormente, la fecundación in vitro pertenece al campo de las "tecnologías" o intervenciones especiales del hombre en los mecanismos de reproducción humana.
III) NIVEL DE LOS GENES
La ingeniería directa, o sea, la reconstrucción de los genes, es concebible en lo tocante a los gametos (espermas y óvulos) o al óvulo fecundado en sus sucesivas fases de desarrollo. Podría practicarse cambiando, más o menos radicalmente, la información genética del ADN (ácido desoxirribonucleico, compuesto químico del que están formados los genes) que guía la total evolución desde la fecundación hasta la formación del organismo adulto, y sigue operando incluso en la futura transmisión de la vida.
También se discute la posibilidad de añadir o sustraer cromosomas (parte del núcleo en cuyo interior se encuentra el ADN). Según la opinión de algunos científicos serios, un Homo novus, perteneciente a la especie del Horno sapiens, será no solo pensable sino también construible en un futuro próximo: esto se llevaría a cabo mediante evolución dirigida y forzada de los cromosomas con número diploide de solo 44 cromosomas (ya que los cromosomas son 46).
El hombre puede programar su futuro no solo a través de la adaptación del ambiente exterior a sí, sino a través de las modificaciones de sí mismo.
Se trata de un potencial vuelco decisivo en la evolución de la vida: de la vida vegetativa a la vida sensitiva, a la vida que elige y programa, a la vida -en fin- que se elige y se programa a sí misma. Estamos a las puertas de un salto cualitativo: el hombre, patrón potencial del universo, se convierte en patrón potencial de sí mismo. Es el último grado pensable de la llamada hominización. El Señorío del hombre sobre la realidad creada es una consecuencia de su ser imagen de Dios. Pero tal Señorío no puede ser ejercido de modo correcto si no permanece abierta la subordinación del hombre a Dios.
De allí que un juicio ético sobre la ingeniería genética no debe ser apriorísticamente negativo. También la ingeniería genética puede estar encaminada al objetivo de "mejorar las condiciones de la vida humana".
La valoración bioética de la práctica de la ingeniería genética va por eso fundada sobre el discernimiento, cuyos criterios reconducen a diversos factores. Sobre todo, es importante clarificar la imagen y la visión del hombre a la cual se aspira. En cuanto intervención de modificación de la cualidad humana del existir, la ingeniería gen ética debe basarse sobre una antropología. No se puede ocultar la interacción entre material genético, ambiente y libertad. Este es el constitutivo típicamente humano de la persona. Quien actúa para crear mejores condiciones de vida no puede trabajar sólo en el sentido de una de estas vías, sino que debe estar atento a la globalidad y reciprocidad de las tres, para garantizar un real crecimiento humano.
Si los cultivadores de la genética, en diálogo interdisciplinario con otros operadores, llegan a integrar la propia visión en una dimensión exquisitamente humana del hombre, su propia obra no podrá no contener gérmenes positivos para un efectivo mejoramiento del futuro de la humanidad.
Pero, veamos ahora algunas de las principales intervenciones que se pueden realizar en este campo genético.
a) Elección del sexo de los hijos
El "responsable" del sexo de la descendencia es siempre el varón (este determina el sexo de la descendencia según que sus células germinales sean portadoras del cromosoma X o Y; por el contrario, todos los óvulos son portadores del mismo cromosoma X). Existen hoy toda una serie de técnicas que tienen como base el hecho de que en los días próximos a la ovulación de la mujer está favorecida la procreación de individuos del sexo masculino, mientras que en los días más alejados de la ovulación se favorece la procreación de hembras. Ello se debe a que la existencia de un Ph vaginal alcalino favorece más la progresión de los androespermatozoides (espermatozoides portadores del cromosoma Y, que dará origen a un varón) y su ulterior encuentro con el óvulo.
b) Terapia de los genes
Las enfermedades genéticas están constituyendo una grave preocupación, sobre todo en los países más desarrollados. Se conocen más de 150 enfermedades genéticamente determinadas. "Su última causa es siempre la alteración de un gen, cuya manifestación primaria es una anomalía enzimática. La consecuencia es una disfunción en uno u otro de los múltiples procesos metabólicos integrados que dan lugar al desarrollo y al funcionamiento del organismo; esa disfunción impide la síntesis de productos necesarios, acumula sustancias nocivas o no las elimina de modo regular y normal. En algunos casos esas disfunciones bioquímicas dan lugar a malformaciones orgánicas durante el desarrollo" (6).
Un proceso llamado "amniocentesis" (pruebas del líquido amniótico tomadas del seno de la madre entre las 12 y las 15 semanas de embarazo) permite ahora detectar con precisión aproximada los desórdenes genéticos. Por esto, gran parte del asesoramiento genética va asociado a la amniocentesis. Cuando ella se usa en el marco del asesoramiento genético, el objetivo corriente es el de descubrir si el feto tiene algún grave desorden genético, con la intención implícita de provocar el aborto si se da el caso.
La terapia genética, desde el punto de vista bioético, va juzgada con criterios análogos a aquellos que rigen otras formas de terapia. Lo que quiere decir, por el bien de todo el organismo, que no solo es lícito sino también necesario el someterse a terapia. Este principio va integrado y, si es necesario, corregido, con el criterio de la proporcionalidad entre el riesgo que se corre y el efecto benéfico que se intenta procurar. Todavía no se puede formular un juicio de máxima negativa, dada la finalidad terapéutica de la intervención en cuestión.
Sin embargo, para evitar posibles manipulaciones, es necesaria una correcta información gen ética difundida. La prevención puede hacer mucho en este como en otros campos de la salud.
c) CIoning (reproducción asexual)
La reproducción sexual está caracterizada por el hecho de que el nuevo ser se origina por la unión de las células germinales provenientes de sus progenitores, de tal manera que estas son responsables de los caracteres hereditarios de sus descendientes. Estas células germinales tienen un número haploide de cromosomas, es decir, la mitad del número de cromosomas de las demás células del organismo, las células somáticas. De la unión de las células germinales surge la célula-huevo, que tiene ya el número de cromosomas característico de cada especie y que es capaz de originar un nuevo ser. Se plantea la posibilidad de que estas especies que se reproducen sexualmente lo hagan de un modo asexual, es decir, sin la fusión de células provenientes de sus progenitores. De esta manera, el individuo así originado tendría los caracteres hereditarios de su único progenitor, y podría perpetuarse el patrimonio hereditario de determinadas personas no de un modo aislado, sino incluso en millares de "copias" absolutamente idénticas.
Así, la monogénesis, llamada también partenogénesis o parto virginal, puede tener lugar como evento natural.
Otro procedimiento implica la infusión de un núcleo con genoma diploide, es decir, con los 46 cromosomas normales de buena calidad genética. Se retira el núcleo de un óvulo no fecundado y se sustituye por el núcleo de una célula asexual de un organismo adulto masculino o femenino. Puede tomarse, si se quiere, de una célula intestinal o de la piel de la mujer cuyo óvulo está enucleado. Por razones todavía desconocidas, el óvulo con su núcleo trasplantado se desarrolla como si hubiese sido fecundado por un esperma. En estos casos el gen viene determinado únicamente por el donante del núcleo. Si el núcleo se toma de una célula de una mujer cuyo núcleo está activado, el hijo será su idéntico gemelo. Si el núcleo es de una célula del marido o del donante, el niño será un gemelo o "duplicado" del marido o del donante cuyo núcleo celular activa el óvulo.
En esta clase de reproducción una persona puede convertirse en el padre de numerosos duplicados de sí mismo o de ella misma. Podría reproducirse una sociedad sin padres, formada por solas mujeres, o una formada casi exclusivamente por hombres.
A nivel bioético, el riesgo de producir engendros para descartados luego no es ciertamente la única objeción. La total exclusión de la relación sexual, la total separación de los objetivos unitivo y procreativo de la sexualidad tendría profundas repercusiones en todas las relaciones humanas.
Si el cloning llega a convertirse en práctica propagada socavaría totalmente la estabilidad del matrimonio y de la familia, con inconcebibles consecuencias para la cultura entera. El hombre es una persona encarnada, que tiene necesidad de pertenencia, de filiación, de confianza, de aceptación.
d) Eufenética
La eufenética es un atajo para conseguir más rápidamente los objetivos de la ingeniería genética.
Según esta nueva ciencia, se podrían implantar en las células nuevas enzimas en lugar de nuevos genes, pues aquellas son el producto terminado derivado de la información y a través del cual es posible realizar las diversas estructuras moleculares. El problema del rechazo de estas sustancias proteicas ha sido superado introduciendo las enzimas en cápsulas protectoras de material sintético que las inmuniza contra los anticuerpos, pero no contra las sustancias que hay que metabolizar.
También podría realizarse una acción enzimática a nivel genético para modificar, por ejemplo, aquella parte de agresividad, de defecto intelectivo, etc., ligada al patrimonio genético. De la misma manera se puede pensar en la posibilidad de introducir en el patrimonio genético nuevas enzimas que no existen en el hombre pero que existen en la naturaleza, de tal forma que se logre dotar al hombre de cualidades que actualmente no posee.
e) Otros casos
1. En marzo de 1971, los científicos del Hospital Anderson y del Instituto de Tumores de Houston "desmontaron" y reconstruyeron el "LH" u hormona hipofisaria luteoestimulante, que regula las funciones ováricas. Esto permitió crear nuevas técnicas de regulación de la natalidad y contribuir simultáneamente tanto a la lucha contra el cáncer como a las investigaciones para el mejoramiento del patrimonio zootécnico.
2. Cibernética: manipulación del cerebro.
3. Gen artificial: ya fabricado.
PAUTAS BIOÉTICAS PARA ABORDAR EL PROBLEMA DE LA MANIPULACIÓN
A. Manipulación y ciencia
La manipulación del hombre puede afectar a cualquier sector de la actividad humana, incluido el científico. No hay que mitificar la ciencia por su valor instrumental, pero hay que utilizada correctamente en todas sus ramas. Pues también la ciencia puede constituirse en sujeto u objeto de manipulación.
Al mismo tiempo, conviene que los teólogos no piensen que se hallan más iluminados que los demás a la hora de resolver las intrincadas cuestiones que plantea hoy la ciencia en el campo de lo infinitamente pequeño. Se entiende que no se deben juzgar hechos nuevos a la luz de principios envejecidos, elaborados cuando tales hechos no eran ni siquiera imaginables. Pero también es necesaria la búsqueda de algún elemento de juicio que sirva de base en una forma lo más clara posible.
Se requiere un acompañamiento continuo y desprevenido del científico y con el científico; un diálogo interdisciplinar-crítico que pueda crear una plataforma común de búsqueda mayor, orientada hacia la Hominización total del hombre y de su medio ambiente manipulable.
B. Manipulación y Bioética
El punto de partida para formular un juicio bioético sobre la manipulación ha de ser una visión antropológica justa, que tenga en cuenta las ciencias del hombre y del cosmos.
Así es como aparecerá un concepto claro de libertad y de personalidad humana, de vida y de respeto a la vida, de realización plena del hombre en contacto con los demás y dominando el mundo y las leyes de la naturaleza.
De aquí se deriva, a su vez, una teología de la creación que no vea el mundo y la naturaleza somática del hombre como algo ya acabado definitivamente y perfecto en sí mismo, sino como algo sometido, a un mismo tiempo, al orden y al caos.
Estamos ante las puertas de una manipulación total, que podría desembocar en la producción de una creatura subhumana o suprahumana. Habrá que distinguir entre intervenciones que mejoran la especie humana, o a una determinada persona, e intervenciones que alteran la misma especie. Se podrán admitir con cierta facilidad las intervenciones que tratan de mejorar.
Es necesario que la humanidad entera y la opinión pública adviertan la magnitud del riesgo que surge a medida que aumentan las posibilidades puestas a nuestra disposición, si no se acrecientan, al mismo tiempo, nuestro sentido del límite y nuestra voluntad de actuar responsablemente.
Debemos analizar seriamente la ambivalencia del avance científico y la necesidad de humanizar la ciencia.
C. El valor ético de la Persona como dimensión crítica de toda manipulación
Partimos del presupuesto siguiente: el Hombre es una realidad ética, la realidad ética es constitutivamente humana.
Se deben tener en cuenta las siguientes coordenadas:
1. La Persona no es sólo "naturaleza" o "historia", si no una estructura historiada.
2. La Persona no es sólo "privacidad" o "publicidad", sino una realidad personal-comunitaria.
3. La Persona no es sólo "sacralidad" o "profanidad", sino una unidad secular-resacralizada.
Afirmamos inicialmente que la manipulación es una realidad bioéticamente neutra, pero -a la vez- pueden existir, y de hecho existen, manipulaciones inevitables dadas la condición del hombre. Tales manipulaciones se deben al carácter progresivo de la humanidad en general o de un grupo particular; a las imperfecciones técnicas y a la misma condición finita de la libertad humana.
Este tipo de manipulación no la "hacemos" sino que la "padecemos".
Relativa solo a Dios, la Persona es un fin, no un medio, de toda actividad del hombre, sea científica, técnica o productiva.
Sujeto y no objeto es, en efecto, el hombre, Persona siempre y jamás cosa. Cosificarlo, manipularlo, es por esto una gran injusticia y perversión.
Siendo la dignidad de la persona respuesta suprema en su ser un "ser-libre", su libertad, que la coloca al grado ontológico supremo entre todos los otros existentes, es también "la condición" misma de su dignidad y valor "humano", "ético", de persona en cuanto persona.
D. El papel del bioeticista y el futuro del hombre
Partamos de una constatación, bastante peligrosa. Es muy fácil, con el pretexto de no dejarse alejar de la verdad, ponerse en la peor condición para conseguirla, es decir, a la defensiva, con una actitud radical de sospecha y desconfianza hacia todo aquello que podría presentarse con un carácter de certidumbre y como una franca afirmación. La duda sistemática no es la primera disposición con respecto a lo verdadero. La primera y la principal es la del amor a la verdad. Este amor a la verdad es una actitud esencial, radical, abierta, que no se confunde en ningún modo con la desconfianza hacia todo y hacia todos como posibles explotadores.
El amor a la verdad exige una gran prudencia y no puede vivir en un clima de sospecha.
La existencia y la promoción de las ciencias humanas no modifican las leyes fundamentales de la teología y la propia relación esencial y radical con la Palabra de Dios.
Todo puede ser "manipulado". Pero si se toma como pretexto un posible riesgo o un posible exceso para condenar una institución (médica o científico-genética) podemos caer en la cuenta, casi inmediatamente, de que se corre el peligro de suprimir algo que es necesario sin reemplazarlo con nada y sin tener los medios para construir otra cosa.
“ PARTIMOS DEL PRESUPUESTO SIGUIENTE
EL HOMBRE ES UNA REALIDAD ÉTICA,
LA REALIDAD ÉTICA
ES CONSTITUTIVAMENTE HUMANA”
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Doctor en Teología. Especialista en Bioética (área de Biogenética). Profesor de la Maestría de Bioética, Facultad de Teología, Universidad Pontificia Bolivariana (U.P.B.), Decano de esa facultad.
E-mail: gzalas@logos.upb.edu.co
1 H. Lute. "¿Qué se entiende por 'manipulación'?", en Concilium, 6,5, 1971, 172.
2 B. F. Skinner. Más allá de la libertad y de la dignidad, Fontanella, Barcelona, 1972, p. 25.
3 F. Ferrero. "Manipulación del hombre y moral", Boletín Bibliográfico, Madrid, 1973, pp. 103-104.
4 Cf. G. B. Garbelli. "Manipulación e investigación en biología", en Diccionario Enciclopédico de Teología Moral, Paulinas, Madrid, 1974, p. 625.
5 G. Perico. "Trasplantes (humanos)'", en Diccionario Enciclopédico de Teología Moral, Paulinas, Madrid, 1974, p. 1137.
6. Rubio. "Recientes avances en ingeniería genética", revista Razón y Fe, noviembre, 1975, pp. 254-257.
http://personaybioetica.unisabana.edu.co/index.php/personaybioetica/article/view/971/1873