Un concepto esperanzador
Autor: Carlos Alberto Gomez Fajardo
Las técnicas de cultivos celulares y del estudio del comportamiento y reproducción de los tejidos en condiciones controladas de laboratorio tienen antigua tradición.
Dos premios Nobel de la primera mitad del siglo XX estuvieron relacionados íntimamente con el desarrollo de técnicas de cultivos celulares y del estudio del comportamiento y multiplicación de diversos tejidos. Alexis Carrel y Hans Spemann -respectivamente galardonados en 1912 y 1935- habían desarrollado el primero, las técnicas de cultivos de fibroblastos -obteniendo por muchas generaciones la reduplicación de estas células adultas- y el segundo, el concepto de los “núcleos inductores” en el estudio de la embriología y zoología comparadas. En la búsqueda de la multiplicación de determinados tejidos con la pronta capacidad futura de generación de órganos útiles en la práctica clínica (tejido neural, tejido pancreático, y otros) se ha contado con la obvia dificultad que existe asociada al uso de tejidos embrionarios de origen humano. Como desde hace varios años muchos investigadores y estudiosos lo han señalado, las investigaciones en embriones humanos no son necesarias ni esenciales para el desarrollo eficaz de las técnicas de cultivos celulares: existen vías alternas con resultados bien sólidos e importantes. Los investigadores japoneses Yamanaka y Takahashi han demostrado con claridad algo que es conocido desde hace algún tiempo: se pueden obtener células con gran potencial de reduplicación a partir de fibroblastos adultos, es decir, de las células tomadas del propio animal adulto sin que sea imperativo el uso de embriones. Los autores han llamado a sus células “iPS” (induced pluripotent stem cells), y las han obtenido por medio de sofisticadas tecnologías de manipulación de cultivos, de genes, y de células, a partir de fibroblastos del adulto. Los resultados demuestran que las “iPS” se comportan con una gran potencial de diferenciación hacia variadas líneas o estirpes celulares, la conocida característica de la “pluripotencialidad” en la diferenciación celular. En el ámbito académico se habla del concepto de la reprogramación celular. Los científicos japoneses han demostrado que no es necesaria la manipulación de embriones humanos; han verificado que por medio de tecnologías ya establecidas y eficaces, se abren posibilidades ciertas para la creación de órganos de repuesto. Con el paso del tiempo se pone en evidencia la arbitrariedad legislativa de los europeos y sus absurdos conceptos (“pre-embrión”, informe Warnock de la Gran Bretaña, 1984), los cuales han sido apenas sórdidos capítulos de la manipulación de los medios masivos de comunicación y de los entes legislativos con el objetivo de desviar la atención de la comunidad hacia los intereses comerciales deshumanizados de otras técnicas de las cuales sólo ha salido la muerte deliberada de miles de seres humanos bajo condiciones de laboratorio, ante la aparente indiferencia de casi todos que erróneamente creen ver “progreso” en aquellas instancias. Por el contrario, Yamanaka y Takahashi están mostrando con su concepto de la reprogramación celular los caminos de una investigación científica que realmente es respetuosa con el ser humano y con el ethos de la medicina. Es un concepto muy esperanzador para el panorama próximo de la medicina regenerativa.
http://www.elmundo.com/sitio/noticia_detalle.php?idcuerpo=1&dscuerpo=Sección%20A&idseccion=3&dsseccion=Opinión&idnoticia=107141&imagen=&vl=1&r=buscador.php&idedicion=1260
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Un concepto esperanzador
miércoles, 29 de julio de 2009
Etiquetas:
BIOMEDICINA
Publicado por
Beatriz Campillo
en
20:31