La madre conserva células fetales de su hijo con capacidad reparadora
N. R. C.
MADRID. Las mujeres que tienen un hijo poseen una ventaja añadida respecto al resto: contar con células madre procedentes del feto, capaces de reparar daños en su propio organismo. Es uno de los efectos positivos de una convivencia de nueve meses de dos vidas distintas en un mismo cuerpo. Durante esa simbiosis, algunas células de la sangre del feto y su placenta pasan a la circulación materna para almacenarse en la médula ósea; desde allí se dispersan por la piel, el tiroides, el hígado, el riñón, los pulmones...
En algunas mujeres con problemas de corazón se ha documentado la participación de estas células fetales, denominadas PAPC, en la reparación de su corazón. La madre guarda memoria de cada embarazo y almacena células de su hijo con efectos reparadores que pueden observarse «hasta catorce o veinte años después de la gestación», explicó ayer Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra y especialista en la tolerancia inmunológica en el embarazo.
El hallazgo de estas células PAPC tan valiosas aparece en investigaciones como la publicó el año pasado en la revista «Journal of Pediatric Surgery». Este es uno de los estudios científicos que la Universidad de Navarra ha recopilado en un informe sobre la comunicación materno-filial en el embarazo.
El documento es el resultado del trabajo de expertos en Neurobiología, Neuroimagen, Psiquiatría, Sociología o Biología Molecular que ha coordinado la profesora López Moratalla. En él se recogen estudios publicados en las principales revistas científicas desde el año 2002 que están cambiando la forma de entender la Embriología.
El embarazo desactiva el estrés
Trabajos que revelan que desde la primera división celular, cuando el embrión tiene sólo dos células, se establece el primer indicio de la forma corporal del feto. O que desde ese primer día comienza el diálogo molecular entre madre e hijo. Los últimos descubrimientos revelan también cómo el embarazo desactiva el estrés en la mujer y aumenta la confianza,
El documento de la Universidad de Navarra recoge experimentos con resonancia magnética en el que se muestra cómo la experiencia de la maternidad y la paternidad provoca cambios funcionales. Por ejemplo, padre y madre responden con más intensidad al llanto que a la risa del hijo, mientras sucede a la inversa en quienes no han sido padres.
http://www.abc.es/20080604/sociedad-ciencia/madre-conserva-celulas-fetales_200806040253.html
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La madre conserva células fetales de su hijo con capacidad reparadora
lunes, 17 de agosto de 2009
Etiquetas:
CÉLULAS MADRE
Publicado por
Beatriz Campillo
en
22:21