Buscar

El proyecto Gran Simio, ¿qué sentido tiene?

miércoles, 15 de julio de 2009

El proyecto Gran Simio, ¿qué sentido tiene?

No busca proteger a los animales -para ello hay otras vías- sino deshumanizar al ser humano.

El grupo socialista, al amparo del Gobierno, ha lanzado una nueva iniciativa que vuelve a singularizar a España en el mundo: “El Proyecto Gran Simio”.

Ya no se trata de que los hombres estén más penados que las mujeres para un mismo tipo de delito, que seamos el único país del mundo con un divorcio a tres meses sin alegar causa alguna, el único donde impera el matrimonio y la adopción homosexual o la libertad más absoluta para utilizar embriones como material de investigación.

Un país donde la enseñanza libre se ve coartada por la presencia de un supervisor político en el Consejo Social de cada escuela, que el Estado pretenda educar “cívicamente” a través de una asignatura obligatoria que introducirá la educación en la homosexualidad en la escuela, que el propio Ministerio de Educación edite libros de formación para niños de 6 a 12 años en los que se recomienda el tocamiento genital como algo placentero.

Un país donde la edad legal de emancipación sexual se sitúa en los 14 años, donde el consumo del tabaco está muchísimo más penalizado que el fumar droga; que ha alcanzado el segundo lugar del mundo en consumo de cocaína, y el primero de Europa, sin que ello despierte mayor preocupación entre quienes nos gobiernan, que pretende legislar que el cambio de sexo es una cuestión estrictamente subjetiva, de forma de vida y de declaración del interesado, sin mayores cambios fisiológicos. Un país que en contra de las recomendaciones de Naciones Unidas va a legalizar el investigar la clonación terapéutica.

Además de todo esto, ahora se trata de equiparar en derecho a los grandes simios, chimpancés, orangutanes, bonobos y gorilas, a los seres humanos.

No se trata de ningún eufemismo, sino exactamente de lo definido en la frase anterior. Estos animales, si prosperara la iniciativa del PSOE, tendrían los mismos derechos que la Constitución y las leyes españolas conceden a las personas.

Porque esto es lo que pretende la iniciativa socialista, que recoge un proyecto que hace más de una década que se mueve en el mundo sin que ningún partido serio la haya asumido.

Como sus propios autores explican, la idea es radical pero sencilla: se trata de incluir a los antropoides no humanos en nuestra comunidad, otorgarles la protección moral y legal de la que actualmente solo gozan los seres humanos.

Se trata, dicen, de derribar la barrera de la especie, y esto en nombre de la genética, puesto que compartimos con ellos entre el 98 y el 96% de los genes, y la etología, porque sus comportamientos tienen muchos rasgos humanos.

Como informábamos el lunes, al frente de este proyecto se encuentra Peter Singer, catedrático precisamente de bioética del llamado “Centro por los Valores Humanos” de la Universidad de Princeton en EEUU.

Es un utilitarista radical que, por consiguiente, fundamenta toda su lógica de la ética en la obtención del placer y en evitar el dolor. Para ser más precisos, fundamenta su lógica en la conciencia que se supone que un sujeto puede tener del dolor o, para todavía ser más exactos, de la que el propio Peter Singer, establece.

Por ejemplo: considera que las relaciones sexuales entre humanos y animales son perfectamente morales siempre y cuando los dos disfruten con ello, pero al mismo tiempo, considera que se puede suprimir un bebé de pocas semanas si está afectado por algún tipo de malformación o de inconveniente.

El bebé no es todavía un ser humano. No deja de ser una paradoja que quien pretenda equiparar a los primates a la condición humana se la niegue precisamente a los infantes de nuestra especie.

Por lo tanto, no solamente acepta el aborto sino también el infanticidio aunque lo primero, el aborto, pueda chocar frontalmente con su teoría de evitar el dolor, puesto que la neonatología ha demostrado que el feto experimenta ya placer y dolor y, por consiguiente, las cruentas actuaciones que implica el aborto significan una muerte dolorosa.

En España, si no estamos equivocados, el responsable del Proyecto Gran Simio es o era Jesús Mosterín, un médico especializado en neurología, de filosofía materialista y, en sus buenos tiempos, un destacado seguidor del marxismo leninista.

Es necesario subrayar que el proyecto Gran Simio iniciado en 1993, no debe confundirse con la protección de los animales.

No se trata de legislar para protegerlos de un trato injusto, del dolor, de la muerte, de permitirles una vida libre en su hábitat, porque son seres vivos sensibles que merecen nuestra atención y compasión, sino que se trata de proclamar la supresión de la barrera de la especie y la unicidad en un mismo sujeto.

Defender a los primates y, en general a todos los animales superiores, luchar para que no se utilicen innecesariamente en los laboratorios, evitar que los animales de trabajo y renta se vean maltratados como ahora, no tiene nada que ver con el Proyecto Gran Simio. Es necesario subrayarlo.

Una cosa es la protección de los animales, cuyo manifiesto más radical es la Declaración Universal de los Derechos del Animal, aprobada por la UNESCO, y otra cosa el Proyecto Gran Simio, que como sus mismos autores proclaman, pretende ir más allá.

¿Cuál es la ligazón de fondo entre esta iniciativa y el conjunto de leyes que antes hemos señalado? Concretamente una: La destrucción del sentido antropológico y ontológico del ser humano como unidad específica dotada de unas características propias y que se encuentra dividida sexualmente entre hombres y mujeres, división que confiere especificidades a cada uno de los sexos, y la complementariedad que potencia el sentido y la capacidad del ser humano a través del vínculo del matrimonio.

Lo que se está destruyendo por diversas vías es precisamente esto, lo que significa ser hombre y ser mujer, su radical unidad como ser humano y persona, y a la vez su diferenciación, la naturaleza fuerte del vínculo que los une y que ahora culminaría con la destrucción de los límites como especie.

Ya no se trataría únicamente de que existan hombres y mujeres, ni padres ni madres sino homosexuales, heterosexuales, bisexuales, transexuales, progenitores, sino que incluso desaparecería la propia condición humana en su naturaleza específica. Por consiguiente no se trata de una discusión para proteger a los primates, que se puede alcanzar por vías más simples y normales, sino de una discusión sobre lo que significa el ser humano, el ser persona.

Es evidente que, por otra parte, el proyecto contiene aberraciones importantes dentro de su propia lógica.

¿Por que otros mamíferos superiores que poseen características de comportamiento equivalentes, incluso más acentuadas en su sociabilidad, capacidad comunicativa, manifestación de sentimientos, de recuerdos, etc, como los delfines, ballenas y elefantes, no tienen la misma protección?

¿Qué se puede decir de los perros y su inteligencia, emotividad, memoria, sociabilidad no solo a los otros perros sino especialmente hacia el ser humano? ¿Que tratamiento deben recibir desde la perspectiva que aduce el PSOE?

Por otra parte, es evidente que la comparación que hacen los autores entre Grandes Simios y los bebés o los que tienen discapacidades mentales profundas, son una falacia.

En el caso del bebé porque este no es un estado del ser sino un estadio, en el caso del enfermo porque precisamente su condición no es la normal. En ambos lo que le hace sujeto de derechos no son sus limitaciones sino que ambos comparten con el resto de la humanidad precisamente su condición de ser humano. Todo derecho tiene un correlato de deber, la posibilidad de ejercerlo implica la capacidad para asumir la responsabilidad de vida. Es evidente que todo esto no se da en el caso de los Grandes Simios.

En definitiva como bien ha dicho el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, “la propuesta es de una sociedad ridícula, dislocada o loca”.

http://www.forumlibertas.com/frontend/forumlibertas/noticia.php?id_noticia=5615, octubre 22 de 2007

Nota

Este es un espacio para compartir información, la mayoria de los materiales no son de mi autoria, se sugiere por tanto citar la fuente original. Gracias

Perfil

Mi foto
Medellín, Antioquia, Colombia
Magister en Filosofía y Politóloga de la Universidad Pontificia Bolivariana. Diplomada en Seguridad y Defensa Nacional convenio entre la Universidad Pontificia Bolivariana y la Escuela Superior de Guerra. Docente Investigadora del Instituto de Humanismo Cristiano de la Universidad Pontificia Bolivariana. Directora del Grupo de Investigación Diké (Doctrina Social de la Iglesia). Miembro del Grupo de Investigación en Ética y Bioética (GIEB). Miembro del Observatorio de Ética, Política y Sociedad de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del Centro colombiano de Bioética (CECOLBE). Miembro de Redintercol. Ha sido asesora de campañas políticas, realizadora de programas radiales, así como autora de diversos artículos académicos y de opinión en las áreas de las Ciencias Políticas, la Bioética y el Bioderecho.

contador gratis