Informe Exclusivo
Madres de hijos ajenos
Por Santiago Cruz Hoyos, reportero de El País.
El alquiler de vientres en el mundo no es un mito. Decenas de mujeres están ofreciendo esta posibilidad a través de Internet a parejas que lo han intentado todo para tener un hijo y no lo han logrado. En Colombia, aunque no hay legislación concreta sobre el tema, es ilegal este tipo de procedimientos. Reportaje.
Prometió no volver a hacerlo, lo del hijo. Prometió que nunca jamás en lo que le quedara de vida volvería a quedar embarazada. Y todo por el dolor del parto, que es el verdadero crujir de dientes de este mundo, el sufrimiento más terrible que pueda llegar a padecer un ser humano en su existencia.
Se sienten retorcijones; se sienten espasmos en el abdomen; la presión que ejerce el bebé sobre el útero, o sobre la vejiga, o sobre los intestinos, se hace insoportable. Después aparece el cansancio. En los costados del cuerpo. En los muslos. Y en medio de todo eso se grita, se grita muy duro.
Pero Sofía*, a pesar del desgarrador recuerdo, rompió su promesa. En este momento tiene tres meses de embarazo. Sólo que, aclara, ese hijo que espera no será suyo. Relata a través de su teléfono celular que hizo un acuerdo con una pareja residente en Bogotá pero de origen español que no podía tener hijos y le alquiló el vientre. Ya recibió la mitad del dinero acordado: cinco millones de pesos. El resto lo recibirá cuando entregue el bebé.
"Lo alquilé barato, porque están pidiendo desde 20 millones de pesos para arriba. Yo lo hice porque estoy mal económicamente y tengo un niño de tres años. Quiero darle un mejor futuro a mi hijo, pero tú sabes que para conseguir algo en este país es muy difícil".
En la tesis de grado titulada Aspectos Jurídicos en las Técnicas de Reproducción Asistida Humana en Colombia, de la Universidad Javeriana de Bogotá, escrita por María Inés Awad Cucalón y Mónica de Narváez, se define a la madre de alquiler a aquella mujer que lleva un embarazo y que tiene el compromiso de entregar el bebé a otra mujer inmediatamente después del parto.
Pero hay que hacer diferencias. En el alquiler de vientres o 'vientres subrogados', como lo llaman los ginecólogos y especialistas, existen dos tipos de 'casos', dos tipos de maternidad.
El primero es la maternidad sustituta genética. Se da cuando la mujer que alquila su vientre, también permite que uno de sus óvulos sea fecundado. Es decir que tiene un vínculo genético con el bebé.
El otro caso es definido como maternidad sustituta gestacional o no genética. En este caso la mujer alquila su vientre, para que en él se desarrolle un embrión de otra pareja. De esta manera no tiene ningún tipo de vínculo genético con el niño o la niña que va a nacer.
Sofía es madre sustituta genética. Ella permitió que uno de sus óvulos fuera inseminado artificialmente. El procedimiento, hace memoria, le costó a la pareja española unos dos millones de pesos.
Sigue en el teléfono. Cuenta que tiene 28 años y que vive en Bogotá. Que de la opción de alquilar el vientre se enteró por Internet y que por eso decidió poner un clasificado ofreciendo el 'servicio'. Hasta que se concretó el negocio.
"El método más apropiado es el 'normal', es decir, teniendo una relación sexual, porque la inseminación no es tan segura y el proceso es lento. Pero si piensas hacerlo por inseminación, debes hacerle exámenes a la mujer que va a tener el bebé para asegurar que esté totalmente sana. Y en el laboratorio donde se vaya a hacer el proceso, diga que es para su esposa, porque si dice que es para una madre de alquiler, tal vez no hagan el procedimiento. Ahora, si lo vas a hacer por el método 'normal', te sugiero también que tú y la mujer con la que vas a estar se hagan el examen del Sida", me dice.
Sigue. "Ten mucho cuidado, porque así como hay gente seria en esto, hay estafadoras. Una forma de asegurarte, es que le digas a la muchacha con la que vas a hacer el trato que se vaya a vivir a tu casa, para tener la certeza de que no te va a estafar. La persona que es seria te va a decir que sí. Yo no lo hice porque las personas con las que hice el trato me dijeron que era mejor para el bebé que estuviera con mi familia".
Y agregó. " El alquiler de vientres se ve en todo el país, por lo menos en Bogotá se leen muchos clasificados". Al escuchar la voz de su hijo, Sofía susurra que ya debe colgar. Se despide.
II
Lo de los clasificados es cierto. En Google, por ejemplo, aparecen 74.600 resultados cuando en el buscador se escribe la frase 'alquiler de vientres', y muchos de esos resultados son anuncios de mujeres que se ofrecen como madres subrogadas o de parejas que las requieren. Cuando se escribe 'alquiler de vientres en Colombia', aparecen 18.400 resultados. Si se cambia la palabra Colombia por Cali, se leen 3.270.
Hay, además, páginas web dedicadas al tema: www.unhijoesposible.com; www.madresubrogada.com. En Facebook existe un grupo llamado Vientres de Alquiler, creado en Argentina por Claudia Alejandra Ibañez. Es una red de información, basada en la página www. vientredealquiler.com, de Sebastián Expósito Campoy, un español, padre soltero, que tiene como negocio orientar a sus compatriotas sobre cómo es el proceso que se debe adelantar en Estados Unidos para alquilar un vientre. (En España el procedimiento es ilegal).
El grupo argentino busca también orientar a los interesados en el tema en este lado del continente. Por cierto, Jennifer Muñoz Agudelo escribió en el muro: "Hola! alquilo mi vientre, soy colombiana, si te interesa, llámame a mi móvil.... o escríbeme a...".
Navegando en la web se leen también historias de famosos que han traído hijos al mundo por medio de una madre de alquiler: el cantante Ricky Martin; el director de la revista People en Español, Armando Correa; la actriz Sharon Stone; el 'Rey del pop' Michael Jackson; la protagonista de 'Sex and the city' Sara Jessica Parker...
Es que el asunto, explica el abogado Nelson Roa, es legal en Estados Unidos, pero no en todos los estados. En el estado en donde se da con más frecuencia esta práctica y se ofrecen más facilidades para realizar estos procedimientos es en California. Incluso, existen agencias que se dedican al negocio como B Coming. (Esta agencia ha sido demandada por supuestas estafas). Y en países como Rusia, India, Israel, Canadá, Grecia, Nueva Zelanda, Sudáfrica o Ucrania, también es permitido alquilar vientres, pero bajo determinadas circunstancias.
"Existen otras formas de ser padres, como la adopción, pero es cada individuo quién debe tomar la decisión. El Estado debe brindarles a todos la oportunidad de decidir". Carlos Humberto Ocampo, médico y abogado. "La Asociación Colombiana de Fertilidad y Esterilidad ha determinado que en Colombia el alquiler de vientres es ilegal". Hoover Canaval, ginecólogo. "Sé de historias de mujeres que donan el óvulo y se van a vivir con los que van a hacer los papás del hijo, o que ya están embarazadas y proponen dar los hijos en adopción". Mary*, madre de alquiler. "Tener un hijo no es nada fácil, el parto es muy difícil, yo con mi hijo sufrí mucho. Incluso había prometido que no lo volvería a hacer". Sofía*, madre de alquiler.
"En Colombia, alquilar un vientre es una práctica prohibida. Pero tenemos que partir de la base de que no existe una reglamentación específica sobre el tema", asegura el abogado Roa.
Carlos Humberto Ocampo, médico y abogado, explica por su parte que en Colombia existen grandes obstáculos legales para las parejas infértiles interesadas en alquilar el vientre de una mujer. "El primero de los obstáculos es que en nuestro país la filiación se genera por el momento del parto o de la cesárea. Después del nacimiento, el médico tiene la obligación de expedir el 'Certificado de nacido vivo', en donde se deja plasmada la relación filial que se presentará ante la Registraduría Nacional del Estado Civil; el médico se encuentra impedido para expedir ese certificado a nombre de la madre contratante y no de la mujer que parió. Si lo hace, estaríamos frente a una conducta no ética e incluso, criminal", explica.
Y agrega: "Una relación de éste tipo, en la que se establezcan contraprestaciones económicas, no sería legal, a razón de lo que en la norma civil se conoce como 'objeto y causa ilícita'; todo contrato debe tener por objeto una o más cosas de las que se puede disponer, pero hay 'cosas' de las que no se puede disponer, como la vida, las personas, etc. De igual forma, la causa de un contrato debe ser legal y, definitivamente, ésta no lo puede ser".
Por lo anterior, el abogado opina que en Colombia se debe legislar sobre el tema y generar un consenso. "Esta es una realidad que debe asumirse frontalmente con una reglamentación generada del consenso social, con unos parámetros éticos, científicos, sociales y morales, para su desarrollo. Y debemos comprender la importancia de la maternidad y paternidad para las personas infértiles que conforman nuestro conglomerado social, que como cualquiera, tienen derecho a perseguir sus sueños".
Hoover Canaval, ginecólogo y director de la Unidad de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario del Valle, opina de igual manera. "Valdría la pena que los actores que tienen que ver con el punto de vista jurídico y con el aspecto científico, nos reuniéramos para debatir este tema y así tener una opinión de consenso dentro del marco legal y ético que permita definir si para Colombia esta opción es viable o no. El asunto hay que abordarlo con profundidad para poder tener una legislación que defienda los derechos del menor, y por otro lado, que favorezca a las pacientes. Porque la realidad de la infertilidad es clara, no la podemos ocultar".
Aunque no hay datos precisos, puesto que no todas las parejas infértiles consultan sobre el tema a las instituciones de salud, Hoover Canaval asegura que en el país un 12% de las parejas pueden padecer infertilidad de algún grado. "Algunas son manejables, reversibles, y otras son absolutas".
Por ejemplo, mujeres que padecen de un mal desarrollo del útero; o que presenten una falla ovárica a una edad temprana; o que por algún motivo se hayan visto sometidas a una histerectomía (proceso para extraer el útero) para salvarle la vida; o que por una edad avanzada no les sea conveniente llevar un embarazo.
"En el contexto actual de Colombia, uno podría pensar que si hay una paciente que no puede quedar en embarazo, podría entonces pasar al plan c, que sería la adopción. Pero la pregunta es: ¿puedo adoptar un hijo que tenga mi carga genética y que su desarrollo lo hizo en el útero de otra mujer? Es un tema que genera una cantidad de interrogantes. Y en esta temática pasa que opina la gente que no tiene velas en el entierro, entonces dicen sí, eso es ilegal, o no lo es, pero es gente que ignora el drama de no poder tener un hijo. Por ese motivo es que esto de los vientres subrogados es un escenario bastante complejo, tema que tiene muchas aristas: hay aspectos religiosos, legales, éticos, sociales", reflexiona el ginecólogo, que ha conocido casos de parejas colombianas interesadas en alquilar un vientre, pero que han desechado la idea ante los problemas legales en los que podrían verse inmiscuídos.
Canaval agrega: "Analiza este escenario. Una mujer le dice a su hermana: préstame tu vientre, hacemos una inseminación con un óvulo mío y un espermatozoide de mi esposo. Y la hermana acepta. La pregunta en ese caso es: ¿el niño que nace es sobrino o hijo de la que lo parió? ¿Y cómo impedir que la hermana se comporte con actitudes maternales hacia su sobrino? Es un tema complicado".
Pero hay otro escenario aún más complejo. Parejas de homosexuales en el mundo están apelando a esta opción para ser papás. Lo hizo el ya mencionado Armando Correa, director de la revista People en Español. Su hija se llama Emma. "Una mujer me prestó su vientre y donó un óvulo. La bebé se fecundó con mi espermatozoide, por eso esta niña es biológica y legalmente mi hija", dijo en una entrevista. A Emma le dicen que tiene "dos papás".
Otro de los escenarios para analizar este asunto es que hay también hombres solteros, a los que no les interesa tener una mujer, pero sí un hijo, que buscan una madre de alquiler para lograrlo, como lo hizo el español Sebastián Expósito. Y los casos siguen. ¿Hasta dónde se puede llegar gracias a los avances médicos? Es una pregunta que se debe responder con claridad.
III
En todo este mercado de la vida se unen dos necesidades: por un lado, la económica de las mujeres que se ofrecen como madres sustitutas. Por otro, la necesidad de tener hijos, de lograr conformar una familia por parte de las parejas infértiles.
Mary*, por ejemplo, es caleña. Aún no ha alquilado el vientre, pero está dispuesta a hacerlo. Ya publicó un clasificado en Internet, ofreciendo esta posibilidad. "Lo que pasa es que estoy viviendo una situación económica difícil. No he podido encontrar empleo, y yo vivo con mi esposo y mi hijo, pero también ese es un problema, porque para conseguir empleo tengo que conseguir a una persona que me lo cuide, aunque sea para un trabajo en donde me paguen el mínimo. Mi esposo trabaja en una empresa de producción de alimentos, yo he trabajado en ventas. En ese sector estoy buscando".
Mary tiene 28 años y está pidiendo doce millones de pesos para alquilar su vientre. Con la plata, imagina, pagaría todas sus deudas y podría hasta montar un negocio. Su esposo, por cierto, sabe lo que está haciendo. Y está de acuerdo.
Mary considera que alquilar el vientre es una manera de ayudar a la gente que no conoce la alegría que se siente cuando un hijo les dice mamá, papá. "Yo sé que hay muchas parejas que quieren sus hijos y no pueden tenerlos y alquilar el vientre me parece una buena opción tanto para mí como para la persona que lo vaya a hacer".
Pero en caso de alquilarlo, no donaría el óvulo. A los que le hacen propuestas les aclara que sólo alquila el vientre. "Yo tengo claro que si entrego el óvulo, ya sería mi hijo, y entregarlo es como darlo en adopción. Y eso no lo haría jamás".
Este tema del alquiler de vientres es desconocido para las instituciones gubernamentales de la ciudad. En la Secretaría de Salud de Cali no lo conocen. Para el Instituto de Bienestar Familiar es un asunto "relativamente nuevo" en el que no hay consenso. Por eso los funcionarios no se atreven a lanzar una postura concreta sobre el tema.
En la Defensoría del Pueblo, el defensor Andrés Santamaría desconoce denuncias sobre casos de alquiler de vientres en la ciudad.
Sin embargo, la problemática ya se ha tocado. Hace tres años, el entonces consejero de paz, Carlos Alberto Rojas, había denunciado que una ONG estaba realizando un Censo en la Comuna 18. Les preguntaban a las mujeres si estaban dispuestas a alquilar el vientre. Pero del tema, aseguró Rojas, no volvió a saber.
En el Centro de Reproducción Asistida Fecundar, ubicado en el sur de la ciudad, uno de sus ginecólogos, Marco Julio Velásquez, comentó que aunque ha atendido a parejas caleñas interesadas en alquilar un vientre, por lo general desechan esa idea. "En Fecundar desestimulamos a las parejas que quieran tener un hijo por este método porque conocemos del problema legal, y además no se justifica que un bebé que apenas llegue al mundo ya esté metido en un problema judicial", dijo.
Pero los casos siguen y las historias parecen repetirse. Adriana* , una mujer de 25 años, madre soltera y habitante del Espinal, Tolima, dice que se ofrece a alquilar el vientre por su hija, para asegurarle el futuro. Que sólo lo haría por el método artificial, no el natural, que eso ya es otra cosa. Que le han llegado propuestas de parejas gays que ha rechazado.
Sabe también de lo difícil que es el parto. Y sabe que perderá la figura. "Pero estoy dispuesta a hacerlo, es un acto de amor por mi hija, que es lo más grande que Dios me dio", dice. Las propuestas le siguen llegando. Y el tema continúa abierto. Muchas preguntas están sin resolverse.
*Nombres cambiados para proteger las identidades de las fuentes.
¿Qué dice la Iglesia?
La Iglesia Católica se opone a que una mujer alquile su vientre para traer un ser humano al mundo. Monseñor Julio Hernando García, obispo auxiliar de Cali, explica que en la Iglesia, precisamente por toda esta avalancha de temas científicos y médicos que tienen que ver con la ética y la moral, estableció en Roma la Comisión Pontificia de la Vida, que analiza estos temas.
Y dicha Comisión ha establecido que "ante esta tendencia de la maternidad subrogada, en la que se utilizan úteros para gestar hijos ajenos, y casi siempre a cambio de dinero, la Iglesia se opone de manera rotunda, porque cuando la vida está sujeta y tratada como mercancía, como negocio, queda abierta siempre a altísimos riesgos. .
Además, para un ser humano es determinante tanto emocionalmente como psicológicamente los 9 meses que está en el vientre de la mujer que lo lleva. A la vuelta de algunos años, ¿cuál va a ser la reacción de esa persona al enterarse de que nació en un vientre alquilado"?, se pregunta el Obispo.
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Los famosos también alquilan vientres
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