La ingeniera que cura enfermos
- Desarrolla varios proyectos revolucionarios encaminados a recuperar tejidos
Patxi Arostegi | Bilbao
Le apasiona la idea de poder salvas vidas con su trabajo. Define su trabajo como una aplicación de la ingeniería en la "mejora de la salud" de las personas. El Máster de Ingeniería Biomédica que ella comanda es pionero en España en una disciplina que lleva desarrollándose desde hace años en universidades europeas y norteamericanas. Se considera una ingeniera que pone "al servicio de la medicina" sus conocimientos para sanar personas.
A Elena de Juan le encanta pasar su tiempo con sus alumnos de postgrado, consultando las dudas que surgen en clase o inquiriéndoles sobre nuevas formas de replantearse la ciencia. No en vano, términos como "crear, innovar o pensar ideas nuevas" son los pilares que le han llevado a cimentar una carrera investigadora que le ha valido el mérito de ser nombrada, recientemente, como Asesora Científica de la conferencia anual Termis, un encuentro de referencia mundial en el mundo de la ingeniería biomédica.
"Es una disciplina que está cambiando la forma de abordar las enfermedades y ha desarrollado nuevos diagnósticos o terapia", relata.
Esta joven investigadora navarra comenzó su andadura en el mundo de la biomedicina nada más concluir su licenciatura de Ingeniería Industrial. Fue entonces cuando, por casualidad, estrechó lazos con un representante de la prestigiosa universidad de Berkeley (EE.UU.) que le propuso hacer un postgrado en Ingeniería Biomédica: "Pasé tres años formándome entre laboratorios y con profesores de referencia mundial en desarrollo biotecnológico".
De vuelta a Euskadi, de Juan fue contratada para dirigir el Máster de Ingeniería Biomédica en el centro de Tecnum en San Sebastián y en sus laboratorios ha desarrollado durante estos últimos años nuevos proyectos innovadores, encaminados a curar enfermedades gracias a la Ingeniería biomédica: "Estudiamos el potencial regenerativo del cuerpo humano para aprovechar los tejidos que no funcionan bien, pero que puede ser recuperadas para curar enfermedades".
En plena vorágine de nuevos proyectos, el departamento que lidera De Juan traza nuevos horizontes orientados a implementar el "futuro de la medicina", como se anima a calificar la investigadora a esta disciplina científica. Entre estas ideas pioneras llama la atención la puesta en marcha de un «cartílago artificial» destinado a cumplir las mismas funciones que uno natural. "La idea es lograr que las células compatibles se puedan insertar en la persona para aliviar su dolor, sin la necesidad de ponerle una rodilla entera", revela . A este ambicioso proyecto la científica quiere sumar un revolucionario sistema dirigido a evitar infartos de corazón. "Pretendemos evitar que se agrave la cicatriz que se genera en un primer infarto y reforzar las paredes del corazón para que no vaya a más", detalla de Juan.
Para esta amante de la enseñanza y de la investigación aplicada, la 'receta' necesaria para convertirse en un profesional innovador pasa por aportar "ideas nuevas" y "no tener miedo" a plantear nuevos caminos que "se salen de los manuales" de versados en la biomedicina.
Formular nuevas preguntas que se salen de lo establecido, conocer trabajos de investigadores ajenos a su campo o experimentar la "sinergía" especial con otros compañeros, son las claves que la han llevado a amar su profesión. «Cuando uno confía de que algo puede ser debe intentarlo y no dejarlo pasar la oportunidad», asegura convencida.
En la actualidad, tiene una docena de estudiantes matriculados en su máster y una veintena ya han pasado por sus aulas. "Mi trabajo es pasar el tiempo con ellos y apoyarles al máximo", concluye.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/03/29/paisvasco/1269851865.html