Muere una menor durante un aborto legal lo que indica que “el aborto legal no es seguro”
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2:46 PM - Madrid, 20 de febrero de 2008.– “El aborto legal no es seguro, y muestra de ello es que la joven Vianey N., de 16 años, falleció en el hospital de Balbuena después de que se hayan practicado al menos 5.846 abortos legales en el Distrito Federal. De momento las estadísticas afirman que una de cada 5.846 madres que abortan legalmente muere por el aborto. Pero hay otra estadística, y es que de cada 5.846 abortos mueren 5.846 seres humanos, que son los fetos.
Estas cifras reales no pueden calificarse de exitosas, sino que es un gran fracaso médico y social por parte del Gobierno y sus funcionarios”, ha afirmado hoy la directora de la Oficina Internacional de la Fundación Vida, la mexicana Paulina Sada.
“Desde un punto de vista médico, los 5.846 abortos provocados son un fracaso porque los servicios médicos están para salvar vidas, y no para quitarlas. El aborto es una acto ‘anti-médico’, una frustración profesional de gran calibre, como el taxista que tiene su licencia, el taxi, y se dedica a atropellar a la gente con el carro”, asegura la directiva de esta fundación.
“Esas 5.846 muertes humanas se podrían haber evitado escuchando a las mujeres que quieren abortar, ofreciéndoles soluciones para cada caso concreto. En la Fundación Vida en 2007 ayudamos a 1.058 mujeres que deseaban abortar, y de ellas 547 aceptaron ser madres, pese a las dificultades. Es decir, más del 51 por ciento. Así que cuando vemos esas cifras de abortos en el distrito federal, pensamos que los políticos son unos comodones que han optado por la solución fácil, cuando deberían ofrecer soluciones a las mujeres que se plantean el aborto y concretar las ayudas”, añade.
“Alguien ha engañado a los mexicanos y les hace ver blanco lo que es negro. El aborto provocado no es ningún derecho humano, sino un crimen. En cambio, es un derecho humano el de toda persona, y también todo feto humano, a la vida. De igual modo que es un crimen ir balaceando a las gentes por la calle, también lo es matar a los más indefensos, a los más débiles, a los que no pueden ni hablar. Yo les diría a los médicos abortistas, a esos anestesistas y ginecólogos, y a las enfermeras, que se metan con gentes de su talla, pero que no maten a los fetos indefensos. Eso es una muestra de corrupción y de prepotencia”, sigue diciendo.
“Por otro lado es muy lamentable que a un ser humano le denominen en México un ‘producto’. Muchos de esas personas que matan podrían ser buenos trabajadores, grandes empresarios o una guapa miss que represente a México fuera de sus fronteras”, termina diciendo la directora de la Oficina Internacional de la Fundación Vida.
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