PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS
Declaración de la Universidad Católica de La Plata(31 de agosto de 2007)
"La Universidad Nacional de La Plata entregará gratis la píldora del día después". Así, la que fuera, históricamente, una prestigiosa institución que celosamente, y durante generaciones, custodió y enseñó a custodiar la salud y la vida humana, se transformó, cumpliendo sumisamente la política de ¿SALUD? impuesta en forma totalitaria por el actual gobierno, en un eficaz agente de control demográfico, funcional al interés económico de los países centrales. Con un criterio eugenésico se aprobó en Gran Bretaña la primera ley en 1913, luego los mismos especialistas americanos asesoraron a Hitler en las leyes de esterilización masiva de 1933. Este control de natalidad, oculto bajo los eufemismos de "planificación familiar o salud sexual y reproductiva" fue cuidadosamente planificado desde 1966 (consultar los documentos Population from World Leaders, 1966; Population and the American Future, 1972; Nacional Segurite Study Memorandum 200, 1974). Este último documento, cuyo nombre completo fue "Implicancias del Crecimiento Poblacional para la Seguridad de los E.E.U.U. y sus Intereses de Ultramar", fue elevado por Henry Kissinger, entonces Secretario de Estado, al presidente de los Estados Unidos, en 1974. El informe advierte que, durante el siglo XXI, los Estados Unidos carecerán de los recursos minerales necesarios para su industria, y que estos recursos yacen en los países en vías de desarrollo. Que si en estos países aumentara la población, producirían su propio desarrollo industrial y consumirían, así, dichos recursos; por lo mismo habría que impedir el aumento de la población del mundo en desarrollo, para mantener ininterrumpido el flujo de minerales a los Estados Unidos. El informe aclara además, que, para que estos países no sospechen, estos planes demográficos deberán presentarse, como políticas sanitarias, de los propios países.
Actualmente los países auto-exterminan su población mediante apoyos económicos del Banco Mundial, de la Organización Mundial de la Salud, del Fondo de las Naciones Unidas para la Población, de UNICEF, en fin de las Naciones Unidas, cuyo poder de decisión esta en manos de los países que la sostienen financieramente y por lo tanto controlan. El 75% está en manos de los gobiernos europeos: Australia, Nueva Zelandia, Japón y Estados Unidos.
Este último país durante los gobiernos demócratas directamente apoyan las campañas de abortos, esterilizaciones, etc. por medio de USAID. La entidad que analiza fondos y campañas y la poderosa IPPF (Internacional Planned Parenthood Federation ) que se originó en EE.UU, fundada por Margaret Sanger en los años 20 y en Gran Bretaña por Mary Stopes. Luego se extendió por los diversos países con los nombres de fantasía que simulan asistir a las familias y es sostenida desde sus inicios por la fundación Rockefeller, a la que se fueron sumando un buen numero de otras entidades interesadas en los negocios de sus fundadores.
Esta política de control de población fue aplicada dentro de Estados Unidos, mayoritariamente a la población no-blanca y de bajos recursos. Tanto es así que en el caso del aborto desde que fue legalizado se realizaron 45 millones; según estimaciones 19 de ellos aplicados a la población negra y algo menos a los hispanos. Es el mismo criterio que rigió para los países del Tercer mundo.
La píldora del día después es un poderoso abortivo farmacológico que impide la implantación del embrión en el interior del útero como lo admite la misma I.P.P.F. El embrión humano, como lo corroboró el descubrimiento del Genoma, es un nuevo individuo único e irrepetible, que posee toda la información necesaria para desarrollarse y desarrollar sus capacidades a lo largo de la vida. Por lo mismo, debe ser tratado con la dignidad que merece su condición de persona humana, y por lo mismo, también, está protegido por la Constitución Argentina, los pactos internacionales con rango constitucional, a saber: de San José de Costa Rica, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, la Convención Internacional de los Derechos del Niño, entre otros. Aún la ley Nacional de Salud Reproductiva solo autoriza elementos y métodos "de carácter reversible, no abortivos y transitorios"
Esta estrategia demográfica, permitirá al hemisferio norte, apropiarse de los recursos de estos territorios, con una población envejecida y por lo tanto sin crecimiento económico.
Es llamativo que sólo se provea de anticonceptivos, preservativos y dispositivos intrauterinos a salas asistenciales y hospitales, que por otro lado, carecen de los más elementales recursos para ejercer su verdadera función. Y es llamativo, también, que en las facultades de medicina de las Universidades Nacionales se haya suprimido el Juramento Hipocrático, que reza "juro no suministrar ninguna sustancia que provoque aborto".
En resumen, la Universidad Católica de La Plata exhorta a defender:
1. El derecho a vivir en una sociedad sana que ve en la persona humana a un ser inteligente capaz de realizar opciones libres y responsables acerca de su sexualidad, entendida como don amoroso de sí en una unión personal estable y permanente.
2. A la Universidad como ámbito natural donde se enseña a pensar, y se esclarecen los valores de una cultura, iluminada por la verdad, por lo cual resulta al menos confusa y contradictoria la respuesta que de este modo se da a las múltiples problemáticas de la juventud actual mutilada por el flagelo de la droga y el alcohol que no son de ninguna forma combatidos por el mismo Estado que no sabe marcar el límite entre la promiscuidad sexual y la salud.
3. A la juventud que es usada como experimento de una droga no suficientemente controlada que no resuelve el problema de los abortos sino que los agrava y provoca. ¿Es éste el cuidado que las familias argentinas desean para sus hijos? ¿Quién está realmente preocupado por la formación de las nuevas generaciones de profesionales?
La Universidad Católica de La Plata firmemente comprometida con la Verdad, asume a través de esta declaración el repudio a todo lo que dañe a la persona en su ser esencial, debilite su voluntad en la búsqueda sincera del Bien y acalle las conciencias de los jóvenes a quienes tienen la obligación de formar en la libertad responsable orientada al Bien Común.
Universidad Católica de La Plata y sus institutos de Bioética, de Investigaciones Biológicas para defensa de la vida, de la Familia y la Cátedra de la mujer
Ricardo de la Torre, rector