Pionero advierte sobre peligros de análisis de ADN
10 de Septiembre de 2009, 02:10pm ET
LONDRES (AP) - Igual que tantos descubrimientos importantes, fue un accidente.
El científico británico Alec Jeffreys se dio cuenta hace exactamente 25 años (el jueves se cumplió el 25to aniversario) de que el ADN de la gente tiene información genética única que puede ser usada para identificar a una persona. El descubrimiento ayudó a resolver miles de crímenes y de situaciones familiares, al tiempo que generó un feroz debate en torno a la privacidad y los derechos humanos.
El propio Jeffreys cree que existe el peligro de que la policía use un banco de datos de muestras de ADN tomadas a sospechosos para clasificar a una persona como un "fututo criminal".
El banco de datos británico de ADN es el más grande del mundo y contiene la información genética de más de 5 millones de personas. Se toman muestras a toda persona detenida en relación con algún delito y se guarda la información incluso si la persona es absuelta o liberada sin que se le formulen cargos.
Jeffreys, de 59 años, dice que hay unas 800.000 personas inocentes en el banco de datos y que se corre el riesgo de incurrir en "actos de discriminación, violación de la privacidad genética y estigmatización".
"Hay muchas cosas dando vueltas. Hay gente que no debería estar en este banco de datos", afirmó Jeffreys, un genetista de la Universidad de Leicester, en declaraciones a la BBC. "Tildarlos de futuros criminales no es una respuesta apropiada en la lucha contra la delincuencia".
La policía británica puede tomarle muestras de ADN a toda persona que arresta y conservarla incluso si no se formulan cargos. Las muestras de saliva, sangre y demás material genético son destruidas, pero la información recabada es incorporada a uno de los bancos de datos de ADN más grandes del mundo, creado en 1995 y que contiene información del 8% de la población británica.
A título de comparación, el banco de datos del FBI es más grande, pero contiene información de tan solo el 0,5% de la población estadounidense.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó el año pasado que la retención de información genética "en forma indiscriminada" por parte de los británicos viola el derecho a la privacidad.
Gran Bretaña accedió entonces a eliminar a miles de personas inocentes de su banco, pero dijo que conservaría por 12 años las semblanzas de las personas absueltas que habían sido vinculadas con delitos graves.
Jeffreys y sus colegas hicieron su descubrimiento por accidente en la mañana del 10 de septiembre de 1984, mientras investigaban enfermedades hereditarias. Encontraron la forma de aislar segmentos de ADN y convertirlos en imágenes de rayos x. Al observar las primera imágenes, pertenecientes a tres miembros de una familia, Jeffreys se dio cuenta de que tenían patrones individuales distintos, pero que era posible detectar una relación de padre e hijo.
Comprobó que hay códigos genéticos, mapas de secuencias dentro de las fibras del ADN que son únicas en cada individuo, con excepción de los mellizos.
"En cuestión de segundos resultó obvio que habíamos dado con un método que, usando el ADN, permite no solo la identificación biológica, sino también determinar relaciones familiares", expresó a la BBC. "Fue un momento realmente extraordinario".
En un par de años, el método se usaba para identificar asesinos y absolver a personas que habían sido acusadas por error, para identificar a víctimas de las guerras y para resolver disputas en torno a la paternidad.
También demostró que Dolly, el primer mamífero clonado, era realmente una copia genética de otra oveja.
El gobierno dice que el ADN permitió resolver más de 17.000 delitos el año pasado en Gran Bretaña, incluidos 83 asesinatos y 184 violaciones.
Jeffreys dijo que el descubrimiento que lo hizo famoso y le dio el título de Sir en 1994 demostró que los científitos deben realizar sus investigaciones motivados únicamente por su curiosidad. Sostuvo que las investigaciones "impulsadas por la curiosidad" son tan importantes como las que buscan resolver problemas específicos.
Señaló que la curiosidad permite resolver "cosas que uno nunca se planteó".
Cuando se le preguntó qué descubrimiento le gustaría ver en los próximos 25 años, respondió:
"Sin duda, vida extraterrestre. Me encantaría verlo antes de morir".
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