El Instituto de Biotecnología de León trabajará en proyectos de ´nanotecnología´
Cinco centros tecnológicos españoles, entre ellos el Instituto de Biotecnología (Inbiotec) de León y la Fundación Cartif, de Valladolid, trabajan en el denominado proyecto ‘Dinamo’ que pretende conseguir técnicas y procedimientos que permitan aplicar la nanotecnología al campo de la alimentación, mediante el nanoencapsulado de principios activos. La nanotecnología es una tecnología que abarca la capacidad de medir, modelar y controlar materiales a dimensiones muy pequeñas.
Cinco centros tecnológicos españoles, entre ellos el Instituto de Biotecnología (Inbiotec) de León y la Fundación Cartif, de Valladolid, trabajan en el denominado proyecto ‘Dinamo’ que pretende conseguir técnicas y procedimientos que permitan aplicar la nanotecnología al campo de la alimentación mediante el nanoencapsulado de principios activos. Este proyecto, que está subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, cuenta con un presupuesto de 1,3 millones de euros.
El trabajo, que finalizará el próximo año, generará nuevos conocimientos en el desarrollo y aplicación de la nanotecnología en alimentación. Para ello, se investiga en la selección de materias primas funcionales que tengan la necesidad de ser encapsuladas para no perder sus propiedades beneficiosas para la salud. Igualmente, se está probando con diferentes materiales de recubrimiento aptos para uso alimentario que permitan alcanzar las dimensiones nanométricas y que garanticen su validez y seguridad para la alimentación humana.
La nanotecnología es una tecnología que abarca la capacidad de medir, modelar y controlar materiales a dimensiones muy pequeñas y su potencial deriva de las propiedades físicas, químicas y biológicas inusuales que presentan los materiales a escala nano.
Los beneficios de la nanotecnología aplicada a la alimentación son múltiples. Facilita el manejo y dosificación de aquellas sustancias cuya manipulación es complicada y aporta protección frente a agentes externos como luz, oxígeno, radicales libres o sustancias incompatibles por contacto. Asimismo, facilita una liberación controlada en el momento y lugar deseado, según las condiciones ambientales, o de forma sostenida en el tiempo.
Además, se pueden enmascarar ciertas características no deseadas en el producto final, como el aroma, el color o el olor y, como consecuencia de la protección de los principios activos, se reduce la cantidad necesaria para lograr un efecto dado. Pero la nanotecnología no sólo plantea la posibilidad de modificar el gusto, la consistencia y hasta el color de los alimentos, sino que puede ser una herramienta de gran utilidad en el desarrollo de nuevos productos funcionales y en la mejora de sus vías de absorción.
Otros ejemplos de la potencialidad de esta tecnología son los productos que cambian de sabor con una operación sencilla, como al agitarse o al enfriarse, los sistemas que cambian de color en caso de contaminarse o deteriorase, por ejemplo, una leche que cambie de color al agriarse, o el desarrollo de alimentos con sabores y aromas más estables en el tiempo.
http://www.cope.es/leon/28-01-10--instituto-biotecnologia-leon-trabajara-proyectos-nanotecnologia-130708-2
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El Instituto de Biotecnología de León trabajará en proyectos de ´nanotecnología´
martes, 2 de febrero de 2010
Etiquetas:
NANOTECNOLOGÍA
Publicado por
Beatriz Campillo
en
18:32