La mujer también es víctima de la revolución sexual

La mujer también es víctima de la revolución sexual
Por Lic. Ma. Osiris Reyes


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La década de los 60's trajo consigo una de las revoluciones que más ha convulsionado a la humanidad en la segunda mitad del siglo XX: la revolución sexual (RS). Las armas utilizadas por esta revolución han sido más eficaces que las ulizadas en las dos guerras mundiales que han acaecido en ese siglo. Su eficacia puede medirse por el número de víctimas que han sufrido sus efectos.

Realmente no se necesita ser un experto para medir las consecuencias de estos bombardeos y quienes son sus principales víctimas.

El Dr. Richard Wetzel, experto en sexualidad en los Estados Unidos, afirma que las principales víctimas de la Revolución Sexual son: las mujeres, los niños, los abuelos y los homosexuales.

Los niños quizás son los que están pagando el más alto precio de esta revolución, porque lo están pagando con la propia vida. Las víctimas solo en el renglón del aborto ascienden a 45 millones de bebés abortados ( según informes de las Naciones Unidas) cada año en el mundo y si esa cifra la multiplicamos por todos los años transcurridos desde el inicio de dicha revolución a la fecha, podemos descubrir que ni las dos guerras mundiales juntas alcanzarían por mucho dichas cifras. Si a esto agregamos que más del 40% de los bebés que nacen en México nacen fuera del matrimonio y no cuentan con el amor de un padre, el impacto todavía es mayor. El número de niños abandonados y lanzados a la calle, producto de una unión ilegítima y el disparo de la desintegración familiar por divorcio o separación de los padres han lastimado y destruido a millares de niños en nuestro país. Los niños también son víctimas del abuso sexual, de las mafias de la pornografía, de las enfermedades de transmisión sexual y de una campaña orquestada en su contra.

Un niño más en la familia es visto como una carga, un enemigo, un obstáculo, un riesgo a evitar con la contracepción. Se calcula que 80 millones de mujeres en el mundo son usuarias del Dispositivo Intrauterino DIU (Studies in Family Planning,nov/dic,1988). En una usuaria se calcula que se producen aproximadamente dos abortos por año por acción del DIU. Por lo que se producen 160 millones de abortos al año por causa del Dispositivo Intrauterino. Por otra parte los 60 millones de mujeres usuarias de anticonceptivos hormonales en el mundo abortan 90 millones de bebés por año (cf "Poject Abortifacients". HLI Report, junio de 1991). Si añadimos a esta cifra los 45 millones de abortos quirúrgicos por año, la suma total equivale a 214 millones de abortos por año en el mundo. Si esta cifra la comparamos con los 145 millones de nacimientos vivos por año indica que los niños muertos superan a los vivos y que representan las víctimas más inocentes de la revolución sexual.

Los abuelos son también víctimas dela revolución sexual. Cada día son mas los niños que viven con sus abuelos porque sus padres se separaron, porque sus padres buscaron nuevas parejas sexuales y los abandonaron o bien porque la madre soltera tiene que trabajar o estudiar y sólo los abuelos pueden cuidarlos. La edad y las condiciones físicas y emocionales no siempre les permiten a los abuelos cargar con una responsabilidad que a ellos ya no les corresponde.

Los homosexuales han sido defraudados por la RS, han sido víctimas del desenfreno sexual, de la promiscuidad y hoy por hoy principales víctimas de las enfermedades de transmisión sexual y específicamente del Sida, que ha devastado a los homosexuales.

Las mujeres recibieron la promesa de su liberación con la venida de la RS y paradógicamente quienes se dejaron seducir por sus promesas entraron a una nueva era de esclavitud femenina. Hoy son víctimas de las enfermedades de transmisión Sexual (ETS), embarazos inesperados, efectos nocivos de la anticoncepción, así como de daños emocionales profundos.

ETS: Las mujeres sufren más numerosas y serias consecuencias que los hombres en cuanto a Enfermedades de Transmisión Sexual se refiere: Infertilidad, embarazos ectópicos, inflamación pélvica, dolores pélvicos crónicos y cáncer cérvico uterino. Es frecuente que la mujer no presente preocupación y cuidado por ser estas enfermedades asintomáticas ( que no presentan síntomas). Son más difíciles de diagnosticar en una mujer que en un hombre y es más fácil que ella adquiera una enfermedad desde el primer encuentro sexual.

Embarazos inesperados: Desde el primer contacto sexual la mujer puede quedar embarazada y esto se convierte en un verdadero estado de angustia cuando ella es soltera. Tendrá que enfrentar varios dilemas:


Enfrentar a sus padres de quienes puede recibir apoyo.
Abortar y sufrir todas las consecuencias físicas y psicológicas que ésto implica.
Dar al bebé en adopción, que hoy se presenta como verdadera alternativa para no llegar al aborto.
Sentirse obligada a casarse con el padre del bebé aunque no lo ame.
Conservar a su bebé y asumir su maternidad a pesar de todo lo que pueda suceder en su entorno.
Efectos nocivos de la anticoncepción: Recordemos que la fertilidad en la mujer es signo de salud, mientras que la anticoncepción no cura porque nada está enfermo sino que por el contrario enferma lo que está sano. Los anticonceptivos pueden causar esterilidad por atrofia ovárica, trastornos circulatorios y de la coagulación de la sangre que causan accidentes trombóticos cerebrovasculares, oculares, embolias e infartos que pueden llevar a la muerte; manchas, enfermedades del hígado, cáncer de mama, aumento de peso, envejecimiento del cuello uterino que lleva a la infertilidad, trastornos menstruales,…etc. Y todos estos riesgos entre muchos más los padece la mujer porque para ella están diseñados el 90% de los anticonceptivos.

Daños emocionales profundos: La forma en que generalmente es vista la relación sexual por un hombre es diferente a la de la mujer. Múltiples estudios evidencian que la mujer lleva una mayor carga emocional que el hombre en las relaciones sexuales. Para ella ésto tiene que ver con su intimidad, con sus sentimientos y como parte de un compromiso, mientras que para el hombre muchas veces sólo responde a una satisfacción física o a un apetito sexual. Esto implica que la mujer es más propensa a sufrir daños emocionales profundos ante el rompimiento de las relaciones en la pareja.

Todo esto permite comprender que la mujer es más vulnerable que el hombre en las relaciones sexuales prematrimoniales y que la revolución sexual que supuestamente ha venido a liberar a la mujer, le ha traído problemas más grandes que al hombre.

Estamos por terminar no sólo un siglo, también un milenio y vale la pena replantearse los valores para recomenzar de nuevo.

¿ Tú qué te propones?

Nota: La Srta. Reyes es periodista y reside en Ciudad México. Este artículo lo escribió para la revista Comunión y se reproduce con su autorización.


http://www.vidahumana.org/vidafam/feminismo/victima_feminismo.html