Una cápsula dirigible con mini-cámara revoluciona las endoscopias
S. BASCO
MADRID. Un equipo de investigadores de la Universidad de Washington ha desarrollado un sistema dotado de una mini-cámara de alta resolución que está llamado a revolucionar la diagnosis endoscópica, uno de los campos de la medicina que más ha avanzado en los últimos años.
Técnicos del departamento de Ingeniería Biomédica, bajo la dirección del ingeniero mecánico Eric Seibel, han ideado una diminuta cámara instalada en una cápsula de 18 milímetros de longitud por apenas 6 de diámetro -menor que muchos de los comprimidos o cápsulas en que se presentan los medicamentos-, conectada a un delgadísimo cable de sólo 1,4 milímetros de diámetro.
La cámara en cuestión está dotada de un ojo de pez electrónico capaz de captar imágenes en un ángulo de 180 grados. Dispone de un cable de fibra óptica cuya misión es iluminar el recorrido endoscópico que realiza la cámara -su entorno- con haces de luz láser azul, rojo y verde, de manera que cubren todos los colores del espectro, y otros seis cables de fibra óptica destinados a recoger y transmitir las imágenes. Los haces láser se suceden a un ritmo de 5.000 destellos por segundo, y la cámara trabaja a una velocidad de 15 imágenes por segundo con una resolución superior a las cien micras.
El software del que está dotado el sistema transforma las imágenes, reproducidas en la pantalla de un ordenador, de manera que aparecen en dos dimensiones y a todo color, siendo susceptibles de varios aumentos sin perder apenas resolución.
Bajo coste
Todo el sistema ideado por Seibel es de muy bajo coste, comparado con las cámaras endoscópicas actuales, aunque sus creadores esperan poder rebajarlo aún más. Éstas presentan un tamaño medio similar al doble de la uña de un adulto, es decir, unos 30x45 milímetros, y van conectadas al exterior por medio de tubos flexibles de diámetro considerable. La mini-cámara desarrollada por la Universidad de Washington, además, no precisa de anestesia, ni siquiera de sedación, ya que su reducido tamaño y la facilidad de su manejo no suponen mayores inconvenientes para el paciente. El modelo ha sido diseñado de forma que su tamaño resulte fácil de manejar y de tragar. Sus creadores aseguran que pueden diseñar modelos todavía más pequeños, pero su coste sería bastante más elevado y la relación precio/utilidad no parece ventajosa.
Su uso es extremadamente sencillo, según su diseñador, y presenta una ventaja inestimable respecto de las cámaras instaladas en cápsulas sin cable, que además de ser más grandes no pueden ser dirigidas por el interior del cuerpo. Simplemente siguen el tracto digestivo, impulsadas por los movimientos peristálticos, hasta ser eliminadas del organismo de forma natural. La mini-cámara de Seibel, en cambio, puede ser dirigida a voluntad por los técnicos que realicen la endoscopia.
Suministrar medicación
El sistema no sólo puede ser utilizado para la diagnosis, sino que también es apto para suministrar medicamentos al paciente en el lugar preciso, evitando así efectos adversos en el resto del organismo. El equipo que lo ha diseñado no descarta otros posibles usos en el futuro. De lo que no albergan duda alguna, es de que su mini-cámara va a revolucionar las endoscopias.
En la actualidad, existen en el mercado desde hace algunos años varios modelos de cápsulas endoscópicas -como la PillCam, la PillCam ESO y la Patency-, pero ninguna de ellas es guiada por cable y todas tienen un tamaño considerablemente superior. Muchos hospitales españoles de la red pública disponen de ellas. La eficacia de estas cámaras en la detección de tumores, pólipos u otros tipos de dolencias en el tracto intestinal, dependiendo del tamaño y la localización de la lesión, se sitúa entre un 75 y un 90 por ciento de los casos, según ha quedado acreditado en numerosos estudios.
Radio de acción
El equipo de Eric Seibel considera que la alta resolución de su mini-cámara, unida a su manejabilidad, ofrecerá una fiabilidad muy superior. Estaría especialmente indicada para la detección de úlceras, hemorragias de etiología desconocida, malformaciones vasculares y tumores de todo tipo. Su radio de acción va desde la cavidad bucal hasta el ano, por lo que cubre desde la garganta hasta el canal rectal, siendo su principal campo de aplicación el intestino delgado, el más difícil de explorar por su complicado acceso y su longitud (de seis a siete metros en un adulto).
Con mini-cámaras de tamaño aún más reducido, algo a lo que se ha comprometido el departamento de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Washington, podría accederse a otro tipo de pruebas endoscópicas -respiratorias, vasculares y, tal vez, incluso en la cavidad cerebral-. Los expertos auguran un rápido desarrollo de estas técnicas endoscópicas en los próximos años.
http://www.abc.es/20080129/sociedad-sanidad/capsula-dirigible-mini-camara_200801290349.html