José Mª González de Castro, Comité Ético de Clínica de Euskadi
«Se ha forzado la ley para poder manipular células humanas»
Habló ayer en los Cursos de Verano sobre los aspectos éticos y legales de la investigación en seres humanos
30.06.10 - 02:58 -
CRISTINA TURRAU cturrau@diariovasco.com | SAN SEBASTIÁN.
La ley permite manipular células humanas para extraer su núcleo e incorporar uno nuevo acorde al propio ADN. Pero la posibilidad se ha introducido «con calzador en la ley de Investigación Biomédica». Es la opinión de José María González de Castro, letrado vocal del Comité Ético de Investigación Clínica (CEIC) de Euskadi. Ayer participó en San Sebastián en el Curso de Verano 'Investigación e Innovación Biosanitaria'.
- El debate sobre investigación en células madre, ¿se ha frenado una vez que se ha logrado cierta cobertura legal?
- El tema sólo está iniciado. Hay que desarrollarlo. Las células pluripotenciales abren nuevos retos técnicos, que requerirán su repercusión en la ley. La ley ha dado carta de naturaleza y ha admitido la posibilidad de manipular las células humanas para extraer su núcleo e incorporar uno nuevo acorde al propio ADN. Esa manipulación con las células es uno de los avances que permite la ley. Pero es una cuestión que se ha introducido de forma excesivamente rápida y con calzador en la ley de Investigación Biomédica. No sabemos qué desarrollo reglamentario va a tener una posibilidad que queda sólo apuntada en la norma.
- ¿Ello supondrá trabajo para un organismo como el CEIC de Euskadi?
- Existen órganos como el Comité de Bioética y otros con distintos expertos que van a intervenir en estas materias. Nosotros tendremos algo que decir cuando haya un proyecto de investigación en seres humanos. En ese tipo de investigaciones puede ser competente un comité ético como el nuestro.
- ¿En qué casos tienen algo que decir?
- Cuando se utilizan células humanas como base de una investigación biomédica, que es la que pretende obtener tecnología sanitaria aplicable al ser humano en medicina. Son casos en los que se exploran nuevas técnicas de diagnóstico o terapéuticas con el fin de atacar las enfermedades. Tradicionalmente, nuestro ámbito de actuación se vinculó a la investigación farmacológica.
- Ahí intervienen los comités éticos...
- Cuando la investigación farmacológica incorpora una fase de experimentación en humanos, con unos sujetos en los que se prueban los medicamentos, es cuando intervenimos. Evaluamos los aspectos legales, éticos o metodológicos que intervienen en el ensayo clínico. Se trata de proyectos muy avanzados, que han pasado por fases de investigación, incluida la experimentación en animales, y llegan ya a los humanos.
- La investigación biomédica es otro de sus retos...
- En ese campo intervenimos cada vez más. A partir de 2007 se incluye en el ordenamiento jurídico la necesidad de que intervengamos en la investigación biomédica, cuando ésta utiliza células o material biológico humano, que incorpora información genética que requiere un alto nivel de protección. Se trata de velar por los intereses y los derechos de los sujetos. Y lo hacemos en la misma dirección que ya llevábamos en los ensayos clínicos con medicamentos.
- Los comités de ética se vinculan a hospitales de la red pública.
- Nacemos en 1993 con el desarrollo de la Ley del Medicamento. En Euskadi hay siete comités éticos de investigación clínica, vinculados al ámbito hospitalario. La industria farmacéutica demandó entonces la posibilidad de investigar en los hospitales, porque era donde estaban los enfermos y los clínicos investigadores.
- ¿Qué temas complejos les ha tocado resolver?
- El 90% de nuestra actividad se liga a los ensayos clínicos y sobre todo hacemos una tarea de gestión. Ahora hay un gran debate en lo que respecta a las muestras biológicas. Y ahí se inscribe nuestra relación con los dos biobancos acreditados en el País Vasco. Ellos recogen muestras con destino a la investigación. Y nosotros somos el comité que vela por su actividad. A veces se producen tiranteces, más bien por la urgencia que ellos tienen y nuestra necesidad de tiempo para realizar el análisis. Además hay un problema de organización y de relación. Desde el CEIC de Euskadi no tenemos potestad para intervenir o regular la actividad de los comités de ética locales. Y, a veces, se producen interferencias.