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Censuraron un pregón de Semana Santa por incluir referencias contra el aborto

martes, 20 de julio de 2010

Censuraron un pregón de Semana Santa por incluir referencias contra el aborto

El que iba a ser pregonero de la Semana Santa de este año en Cieza (Murcia), ha denunciado en los juzgados la censura de la Junta de Hermandades por incluir en el pregón referencias en contra del aborto. El obispo de la diócesis, firmante del documento "no podemos callar", ni siquiera lo recibió.

Documento: Pregón censurado

2010-07-16

libertad digital

José Penalva, profesor de la Universidad de Murcia, fue elegido por la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza para como pregonero de la Semana Santa de 2010. Tras presentar un primer borrador del texto, el presidente y vicepresidente de la Junta le censuraron algunas frases que, a su juicio, no eran convenientes. Según el denunciante, que incluye en el documento enviado al juzgado la transcripción de varias grabaciones realizadas en las reuniones celebradas por los responsables de la Semana Santa ciezana, no era conveniente que hablara en contra del aborto porque algunos miembros de las cofradías están a favor y, además, es un asunto discutible que depende de la conciencia de cada persona.

Ante la negativa de Penalva de corregir el texto decidieron sustituirlo por otro pregonero tan sólo unos días antes de las fiestas. Según la denuncia presentada ante los juzgados, a la que ha tenido acceso Libertad Digital, para la operación contaron con la aprobación del Obispo de la Dióciesis de Cartagena, D. José Manuel Lorca.

En declaraciones a este periódico, José Penalva afirma que "lo más triste es que el Obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, ha sido el colaborador necesario de la Junta de Hermandades para la censura "por hablar del aborto". El mismo obispo nombra al pregonero sustituto; el mismo obispo se niega a oírme; el mismo obispo que llama a un familiar mío para que me obliguen a callar y a que no vaya a los medios. El mismo Obispo que ahora, quizá para hacer méritos en su tribu, ha sacado un manifiesto contra el aborto con título: "No podemos callar".

El obispo de Cartagena ha firmado, junto a otros cuatro prelados, un documento conjunto en el que se exhorta a los fieles a "actuar renovada y apasionadamente" en contra de la ley de ampliación del aborto que este mes ha entrado en vigor. Puestos al habla con el obispado nos han indicado que un responsable nos llamaría para dar su versión de los hechos, contacto que en el momento de publicar esta noticia todavía no ha tenido lugar.

http://www.libertaddigital.com/sociedad/censuraron-un-pregon-de-semana-santa-por-incluir-referencias-en-contra-del-aborto-1276397525/

Aborto: una ley abiertamente inconstitucional

16-VII-2010

Aborto: una ley abiertamente inconstitucional

EDITORIAL

El Tribunal Constitucional ha sido irremediablemente prostituido por los partidos y sus pronunciamientos han dejado de ser jurídicos para convertirse en una patética plasmación de lo que ordenan los políticos a quienes deben el puesto los magistrados
 
2010-07-16
 

Cuando se alega que hay leyes que deberían derogarse porque "no han conseguido nada" a la hora de reducir el comportamiento que castigan, se suele responder que no por el hecho de que se siga asesinando debe legalizarse este crimen. Sin embargo, eso es precisamente lo que se ha hecho con el aborto en España. Tras el escándalo que supuso la revelación de que algunas clínicas abortistas mataban nasciturus de hasta ocho meses perfectamente viables con técnicas tan brutales como la de aplastar cabezas, el Gobierno de Zapatero decidió impulsar una nueva ley que redujera los riesgos legales que afrontaban... esas clínicas.

Esta ley socialista, cuya base argumental parece reducirse a los sesudos "nosotras parimos, nosotras decidimos" y aquello de que el feto "es un ser vivo, pero no un ser humano", incumple la famosa sentencia 53/85 del Tribunal Constitucional al eliminar la necesidad de ajustarse a los tres supuestos que ésta contemplaba para despenalizar el aborto en las primeras 14 semanas de gestación. Al relajar las condiciones por las que se puede abortar legalmente cabe esperar que los casos aumenten; si se reduce el precio, que en este caso es el riesgo legal, aumenta la demanda. Por tanto, era razonable pedir la suspensión de una ley cuya constitucionalidad, por decirlo suavemente, está en entredicho y cuya aplicación produciría daños irreversibles, y más cuando éstos afectaban al derecho, que este sí lo es, a la vida.

Sin embargo, el Tribunal Constitucional ha decidido rechazar la petición de que se suspendiera la aplicación de la ley. A la espera de los autos y votos particulares, parece claro que los magistrados han aceptado el argumento de la Abogacía del Estado de que, tras la derogación del recurso previo de constitucionalidad de las leyes orgánicas, el TC sólo podía suspender una ley aprobada en el Parlamento en casos muy tasados, entre los que no se encontraba éste. Sin embargo, esta ley afectaba a derechos fundamentales, en concreto el derecho a la vida, y sus consecuencias son claramente irreversibles, no sirviendo los argumentos empleados en casos como el del traslado de los papeles de Salamanca a Cataluña.

En cualquier caso, sólo hay que emplear el sentido común para lamentar la decisión del Constitucional. Si, para horror de Zapatero y Aído, encontrara inconstitucionales preceptos como el que permite abortar libremente antes de las 14 semanas o el que permite a menores de 16 y 17 años no informar a sus padres siempre y cuando lo justifiquen –precisión que se añadirá al supuesto de "salud psíquica de la madre" como el fraude de ley más habitual en España–, ¿cómo podrá reparar todas las vidas perdidas desde el 1 de julio hasta que lleguen a esa conclusión?

Los cuatro años que han transcurrido hasta la sentencia del estatuto catalán y esta lamentable decisión deben servirnos para concluir la conveniencia de recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad, mediante el cual las leyes orgánicas aprobadas en el parlamento no se aplicaban hasta que el TC no resolviera. De este modo se evitaba que leyes que afectaran a derechos fundamentales o a la estructura del Estado se pusieran en funcionamiento sin haber sido examinadas por el tribunal.

En cualquier caso, quizá valiera de poco ante la constatación de que el Tribunal Constitucional ha sido irremediablemente prostituido por los partidos, y que sus pronunciamientos han dejado de ser jurídicos para convertirse en una patética plasmación de lo que ordenan los líderes políticos a quienes deben el puesto los magistrados. Si alguna duda quedaba, la sentencia del estatuto la habrá disipado ya. Poca esperanza hay, por tanto, de que el TC considere inconstitucional incluso aquellos puntos que contradicen abiertamente su propia jurisprudencia. Ya encontrarán excusa.

http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/aborto-una-ley-abiertamente-inconstitucional-55594/

¿Por qué necesitamos bebés?

Natalidad

¿Por qué necesitamos bebés?

Manuel Llamas

El principal límite al desarrollo de la civilización es una población estancada, pues imposibilita continuar el proceso de profundización y especialización del conocimiento práctico que es necesario para el desarrollo económico.
 
2010-07-20
 

Que en España falten 9 millones de jóvenes para que exista relevo generacional constituye, en sí mismo, un drama, sobre todo, económico. Es evidente que si el número de pasivos (jubilados) supera al número de activos (trabajadores) el actual nivel de prestaciones públicas que reparte la Seguridad Social es insostenible: o bien tendrán que bajar, tal y como prevé la reforma de pensiones que prepara el Gobierno, o bien los impuestos tendrán que subir. En este ámbito no hay alternativa pública, tan sólo privada. De hecho, Europa se enfrenta al mismo dilema –retrasar la edad de jubilación a los 70 años– debido, precisamente, al creciente déficit poblacional. Y ello, con independencia de que exista más o menos paro, puesto que tales reformas se elaboran tomando como referencia tasas medias de desempleo.

Sin embargo, la exigua natalidad española va mucho más allá de un mero problema aritmético con el objetivo de sostener el mal llamado estado de bienestar, que no es otra cosa que un sistema socialista sólo que de perfil bajo. Éste no sólo es insostenible sino éticamente condenable e injusto, ya que consiste en captar de forma coactiva una parte sustancial de recursos privados vía impuestos (entre el 35% y el 60% del PIB, según el país) para que, luego, la casta política de turno se encargue de redistribuirlos de forma arbitraria (gasto público). No por casualidad los países más ricos y prósperos son los que gozan de una mayor libertad económica o, lo que es lo mismo, un estado de bienestar más pequeño.

Pero es que, además, la falta de población conlleva un problema cualitativo mucho más relevante. Ludwig von Mises concebía al ser humano, más que como un homo sapiens, como un homo agens, es decir, como un empresario que actúa, de ahí el título de su obra La Acción Humana. La función empresarial, o si se prefiere la acción humana, consiste básicamente en buscar y descubrir nuevos fines y medios de forma activa, haciendo uso de la innata capacidad creativa del hombre. La economía, lejos de lo que se estudia en las universidades, no es una ciencia sobre cómo asignar medios dados a fines también dados de una forma óptima. Muy al contrario. Lo que realmente hace el hombre es buscar constantemente nuevos fines y medios, aprendiendo del pasado y usando su imaginación para descubrir y crear el futuro paso a paso.

Dicha búsqueda constante de nuevos fines y medios se resume en el impulso innato del ser humano por encontrar oportunidades de ganancia que aún no han sido descubiertas por los demás, de ahí que la función empresarial sea, por definición, competitiva. Lo milagroso de este proceso es que cuando a alguien se le enciende la bombilla, su hallazgo se transmite al resto de sujetos llegando, incluso, a modificar su visión del mundo. Por poner un ejemplo, es evidente que Bill Gates ha revolucionado el siglo XX gracias a su sistema operativo, dando lugar al desarrollo de un nuevo universo –el del ordenador personal e internet– oculto para la humanidad hasta hace nada. Lo mismo podría decirse de la revolución del petróleo o de la energía nuclear.

Tales descubrimientos dan lugar a la aparición sin límite de nuevos desajustes que suponen nuevas oportunidades de ganancia empresarial, y así sucesivamente, en un proceso dinámico que nunca se termina y que, constantemente, hace avanzar a la civilización. Por ello, la función empresarial no sólo hace posible la vida en sociedad al coordinar el comportamiento desajustado de sus miembros (oportunidades de ganancia), sino que también permite el desarrollo de la civilización al crear continuamente nuevos objetivos y conocimientos que se extienden en oleadas sucesivas por toda la sociedad.

Así pues, la esencia del proceso empresarial y, por tanto, el desarrollo de la sociedad, exige una continua extensión y profundización en la división del conocimiento (que no del trabajo). Y no sólo desde una perspectiva vertical, es decir, un conocimiento más profundo y detallado del ya existente (transmitido por nuestros antepasados), sino también horizontal para multiplicar su potencial. Y es que un conocimiento cada vez más profundo y complejo exige un aumento de la población, la aparición de nuevos seres humanos que a su vez puedan crear nueva información y aprender lo recibido de sus antepasados, extendiéndolo a toda la sociedad mediante el intercambio. El problema es que la capacidad de la mente humana es limitada mientras que el conocimiento es ilimitado. Por ello, una sociedad cada vez más compleja y desarrollada precisa de un aumento paralelo de la población (número de mentes) para poder seguir avanzando.

El crecimiento de la población es, a la vez, consecuencia y condición necesaria para el desarrollo de la civilización, ya que no es posible conocer o saber cada vez más en más áreas concretas sin que aumente el número de personas. O, dicho de otra forma, el principal límite al desarrollo de la civilización es una población estancada, pues imposibilita continuar el proceso de profundización y especialización del conocimiento práctico que es necesario para el desarrollo económico.

Además, este proceso de mercado se retroalimenta: el desarrollo económico hace posible mantener volúmenes crecientes de población, los cuales, a su vez, alimentan de nuevo e impulsan de manera aún más potente el futuro desarrollo de la sociedad, y así sucesivamente. Frente a este perspectiva, el socialismo y el ecologismo abogan por una paulatina reducción de la población, ya que parten del error básico enunciado al principio, al creer que fines y medios están dados (recursos limitados) cuando, en realidad, la innata creatividad empresarial del ser humano consiste, precisamente, en descubrir nuevos fines y medios (nuevos recursos) para satisfacer las necesidades del hombre.

En España, al igual que en el resto de Europa, faltan jóvenes y niños para expandir el actual nivel de desarrollo. El déficit poblacional es síntoma y reflejo del declive de una civilización.

Homosexualismo abierto, ni nuevo ni moderno - Comentario Digital

lunes, 19 de julio de 2010

José Brechner 

Toda persona tiene derecho a hacer con su mente, con su cuerpo y con su vida, lo que mejor le parezca, siempre y cuando no haga daño a los demás. Esa es la base de la libertad individual. 

Un ser racional y decente, ni siquiera debería necesitar de nadie que lo gobierne. Pero sin autoridad ni leyes caeríamos en la anarquía y no faltaría aquél que se aprovecharía de los demás. Por lo tanto, tiene que haber un marco de contención inteligente para la convivencia social que ponga límites a los excesos. 

Las normas de vida moral que han dado origen a la civilización occidental, se fundan en principios de la tradición judeocristiana que siguen siendo los más atinados, sólidos y duraderos que ha conocido la humanidad. 

La vida civilizada comenzó cuando la mujer dejó de ser promiscua, eligió un solo hombre como acompañante sexual, y éste asumió su responsabilidad paterna al saber que el hijo que nació de su semilla le pertenece. Así nació el matrimonio y la institución familiar.

Como si faltasen problemas más importantes que atender, Occidente se encuentra hoy en controvertido dilema con la legalización de los matrimonios homosexuales. 

La homosexualidad, hasta hace algo más de 30 años, era considerada una neurosis, pero por razones más políticas que científicas, los psicólogos decidieron que dejó de ser una enfermedad mental para pasar a ser una preferencia sexual. De ahí en adelante los homosexuales salieron del closet y empezaron a mostrarse libremente, buscando y recibiendo la aceptación de sus congéneres heterosexuales. 

Los homosexuales vieron que se les abría una amplia puerta de asentimiento y aprovecharon para organizarse políticamente bajo el "Movimiento Gay", aduciendo que eran discriminados. 

Que fueron perseguidos y estigmatizados es verdad. Sin embargo, en épocas modernas, el homosexualismo, por regla general, fue discretamente tolerado antes que reprimido. 

Que personas adultas hagan lo que deseen a puertas cerradas, es problema de cada uno. Pero institucionalizar las relaciones homosexuales, por ser una "preferencia", es abusar de la corrección política. 

El argumento más fuerte y según los homosexuales, el más sólido para justificar su comportamiento, es que la homosexualidad es natural; dicen que vinieron al mundo con esa tendencia. En ciertos casos es verdad, pero no en la mayoría. Sino no se hubiese puesto de moda en diversas épocas y lugares.

La naturaleza terrestre tiende a la vida, y para que haya vida debe haber procreación. Las plantas como los animales buscan la perpetuación de su especie. 

Una abeja que lleva el polen de una flor a otra para que ésta germine, está llevando la semilla del macho a la hembra. No puede haber procreación sin macho y hembra.

Si todos los homosexuales se van a vivir a una isla, al cabo de tres generaciones habrán desaparecido de la faz de la tierra. Por lo tanto la homosexualidad no es natural. No es vida, sino muerte.

El Congreso Argentino entró en debate por la aprobación del matrimonio homosexual, de igual forma que está sucediendo en Estados Unidos y otros países. Sus defensores se creen modernos, como si trataran algo novedoso. Parece que no se enteraron de la historia de Grecia, Roma, Sodoma y Gomorra. 

En Grecia la práctica homosexual más común era entre hombres adultos y jóvenes adolescentes: la pederastia.

Inicialmente los romanos condenaron ese comportamiento considerándolo degenerado, pero con el tiempo fue adoptado por su cultura bajo el Emperador Adriano que era admirador de los helenos. Llegó a su zenit bajo el decadente gobierno de Cómodo (177-192) que llevó a Roma a su peor crisis desde Calígula y Nerón. 

La historia de Sodoma y Gomorra es conocida por todos.

Cuando un niño ve a dos hombres besándose y acariciándose en público, en un acto socialmente aceptado, le crea conflictos de identidad, y lo más probable es que busque su primera experiencia sexual con su amiguito, o amigote. ¿Es eso lo que desean los legisladores de sus hijos? 

En los países de habla inglesa el problema es mayor, porque la palabra "gay" significa "divertido". Haciendo más tentadora la aventura. ¿Si es divertido y legal, por qué no intentarlo? 

Si se legaliza el matrimonio homosexual, Pedro y Carlos pasarán a constituir una institución familiar, destruyendo el concepto tradicional de papá y mamá. Los programas de TV, mostrarán, como ya viene sucediendo, los "matrimonios alternativos" como forma "natural" de convivencia. 

Los homosexuales tienen derecho a practicar su estilo de vida entre ellos, privadamente, pero no tienen derecho a institucionalizarla, ni imponérnosla a los demás. 

La historia es repetitiva e infalible. Cuando todo vale, nada vale. Ninguna civilización ha sobrevivido al homosexualismo abierto.

José Brechner es analista político boliviano, con presencia regular en periódicos de Latinoamérica, Norteamérica, Europa y el Medio Oriente. Es el periodista boliviano más leído en el mundo. Fue diputado, embajador y miembro fundador del partido Acción Democrática Nacionalista. En su actividad profesional privada, ejerce como asesor de políticos e inversionistas.

http://comentariodigital.com/index.php/opinion/60-saul-hernandez-bolivar/506-homosexualismo-abierto-ni-nuevo-ni-moderno

Íngrid Betancourt o el traslado de la culpa - Beatriz Campillo

jueves, 15 de julio de 2010

Cordial saludo
 
Aunque la velocidad política hace que los sucesos cambien fuertemente de un día para otro, me permito compartirles un artículo que escribí el fin de semana y que apenas pudo ser publicado ayer en Comentario Digital.
 
 
Saludos
Beatriz Campillo

Nota

Este es un espacio para compartir información, la mayoria de los materiales no son de mi autoria, se sugiere por tanto citar la fuente original. Gracias

Perfil

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Medellín, Antioquia, Colombia
Magister en Filosofía y Politóloga de la Universidad Pontificia Bolivariana. Diplomada en Seguridad y Defensa Nacional convenio entre la Universidad Pontificia Bolivariana y la Escuela Superior de Guerra. Docente Investigadora del Instituto de Humanismo Cristiano de la Universidad Pontificia Bolivariana. Directora del Grupo de Investigación Diké (Doctrina Social de la Iglesia). Miembro del Grupo de Investigación en Ética y Bioética (GIEB). Miembro del Observatorio de Ética, Política y Sociedad de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del Centro colombiano de Bioética (CECOLBE). Miembro de Redintercol. Ha sido asesora de campañas políticas, realizadora de programas radiales, así como autora de diversos artículos académicos y de opinión en las áreas de las Ciencias Políticas, la Bioética y el Bioderecho.

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